domingo, 27 de noviembre de 2016

Hüsker Dü: Zen Arcade

Disco
Por: Hüsker Dü
Duración: 1 h 10 min 20 seg
Estilo: Hardcore punk, post-hardcore

Husker Du significa "¿te acuerdas?" en noruego, las diéresis las incluyeron luego ellos al molarles cómo quedaban. A Bob Mould (guitarra), Greg Norton (bajista) y Grant Hart (batería) les dio por formar este grupo en 1979 y practicaron tanto los ritmos rápidos del hardcore como sensibilidades y melodías pop, sin olvidarse de experimentar con la guitarra eléctrica, sus trucos y distorsiones. Todo esto se evidencia en su obra maestra de 1984, Zen Arcade, un disco doble que se hace el triple de corto, debido a la "paleta de sonidos" del grupo, tan colorida como la portada, y su inmensa capacidad expresiva. Veintitrés canciones, ahi es nada.

La canción que da entrada, "Something I Learned Today", es relativamente tradicional, dentro de lo que es el punk. Se presentan tirando un petardo, al grito de "something I learned today, black and white is always grey". Ese momento en el que tomas conciencia de que la vida no será tan sencilla como pensabas.

"Broken Home, Broken Heart" no baja de revoluciones, y por si alguien aún dudaba, demuestran lo bien que suenan juntos: la batería, el bajo, las voces cambiantes -entre Mould y Hart-, la guitarra. Además, aporta a la esencia conceptual del álbum: "your parents fight/ you don´t know who´s wrong or right/ have to cry yourself to sleep at night". El cambio en los últimos 30 segundos testifica que no son cualquiera. Y hay que recordar que es un disco de 1984.

Pero la sorpresa llega en el siguiente corte, donde apagan la electricidad por un rato y rebajan tensiones. Luego entramos tranquilamante a "Chartered Trips", la perla oculta, pop distorsionado de 25 kilates que te alegra el día, y mirándola en perspectiva una premonición de lo que han hecho tantos después. 

Sólo llevamos nueve minutos...

Dreams Reoccurring trae al primer plano la experimentación instrumental, luego rompen, retornan sin miramientos a la brutalidad punkarra. Buscas abrasivo en el diccionario y ahí está, Indecision Time. Minuto y medio para concenciar/ destruir mentes. Hare Krsna mezcla sabiamente lo innovador con lo energético para dar lugar a un tema violento, oscuro, lleno de psicodelia. Estamos en la parte más dura, musculosa del álbum: Beyond The Threshold, Pride, I´ll Never Forget You (que es pura furia), The Biggest Lie. 




Grant Hart ha llegado a reconocer no estar del todo contento con el disco, y cómo incluyeron canciones que "no deberían" para contribuir al sentido argumental de la obra. He aquí la entrevista en Mundo Sonoro; donde el redactor perfila la gran frase "ese poder creativo que yace dentro de muchas personas siempre necesita un empuje dramático para salir a relucir".

No creo que se refirieran en lo de canciones que sobran a "What´s Going On", con ese comienzo tan Smashing Pumpkins (que obviamente son posteriores), luego llevan la canción por donde ellos quieren. Suena incluso un piano, en medio del desquicie general. Y cuando parecía que acababa, querías caldo pues toma dos tazas. Lo difícil sería encontrar un grupo dentro del rock "underground" que no haya sido influido por este trío de Minnesota. Sonic Youth, Pavement, Pixies o Nirvana dan fe de ello. 

También han dicho que este disco habría sido mejor eliminando elementos hardcore y añadiendo más piezas artísticas. Les doy la razón con "One Step At Time", una perfección de 45 segundos que te hace retorcerte, preguntarte quién eres, dónde estás. Escucharla es como mirar las estrellas tumbado en un campo de trigo. Te hace sentir pequeño.

"Standing By The Sea" y "Pink Turns To Blue" están considerados como los himnos del disco, pero la verdad es que yo me quedo con la vitalidad de "Newest Industry" o "Turn Down The News", que acojonaría a un metalero.

Aquí hay lugar para canciones de menos de un minuto y de un cuarto de hora, sin problemas. "Recourring Dream" podía haber durado cinco, nueve, doce minutos menos, pero precisamente es un reflejo de que hacían lo que les daba la gana. Y una puta locura, claro está.



Un pequeño adelanto

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En resumen: el disco perfecto para, recién despertado y sin haber tomado todavía el desayuno, caminar a solas hasta la Facultad, esquivando putos charcos (me permito la licencia de ser soez porque no creo que mucha gente llegue hasta aquí). Qué más da llevar guantes, jersey, abrigo y paraguas si tus pies se hunden en el agua. Y eso es inevitable porque el casco histórico, de paso ineludible, se convierte en un lago superficial, una muerte de hormigas. Me asqueo de mí mismo al pensar que en mi juventud amaba saltarlos. Pero bueno, ya se sabe: "something I learned today, black and white is always grey".
  
Grabado en veinticuatro horas, editado en 40, bastante borrachos: Zen Arcade. La nota que le pongo, muy por encima de la media de las canciones, es un premio merecido a su variedad de planteamientos, y esa voluntad tan suya de salirse del discurso natural de su estilo para sorprender y no estancarse nunca.





Something I Learned Today: 8,7
Broken Home, Broken Heart: 8,4
Never Talking To You Again: 7,6
Chartered Trips: 9,1

Dreams Reoccurring: 6,8

Indecision Time: 8,6
Hare Krsna: 8,7
Beyond The Threshold: 7,1
Pride:7,4
I´ll Never Forget You: 8,5
The Biggest Lie: 8,3
What´s Going On: 8,8
Masochism World: 7,4

Standing By The Sea: 8
Somewhere:8,4

One Step At A Time: 9,4

Pink Turns To Blue: 8
Newest Industry: 9

Monday Will Never Be The Same: 9,2

Whatever: 8,8
The Tooth Fairy And The Princess: 8,5
Turn On The News: 9,5
Reoccurring Dreams: ¿?

NOTA: 8,9

sábado, 26 de noviembre de 2016

La foto



Ella llegó allí y supo que tenía que sacar la foto.

(Era la fuente /cinco cabezas de piedra oscura/, tierra encharcada bajo su desbordarse;
manchas de Sol en las nubes)

Él la llamaba desde la ventanilla. Le miró tomar la fotografía -lo más rápido que pudo, intentando no ser vista, sin fijar encuadres, determinar la luz-, en medio del parque pequeño, extrañado y casi riendo. Luego subió al coche. No le dio tiempo a más. Percibiera, por un silencio especialmente silencioso de su alma, que había algo alrededor de esa fuente, y que no seguiría allí para cuando volviese.

-¿Qué hacías?
-Sacar una foto.
¿A qué?
-No lo sé.

(La mochila azul abandonada. ¿Qué podría esconder, por qué estaba sobre el banco, en ese lugar y justo en ése y no en otro? // Los árboles, desvalijados por el viento, anunciando su ocaso, el término inevitable y triste del año que nos hace estar tristes. Las hojas caen porque ya no sirven

 /se ha ido la luz/

pagan una nueva vida improductiva siendo abandonadas a su suerte, retiradas del alimento, aplastadas por pies congelados, aceleradísimos, que tiemblan con la lluvia e intentan dejarla atrás pero es imposible: cuanto más corres más te mojas. A veces el sentido común se equivoca).

Él se reía de no ver nada allí; ni una catedral gigantesca, ni celebridades conocidas, siquiera alguna belleza en concreto; la luna en su esplendor mágico, el anochecer sintiéndose eterno. 

A veces el sentido común...

Cualquiera puede admirar un Velázquez, la novena sinfonía de Beethoven, a la persona con los ojos más claros sobre la faz de la tierra. ¿Pero qué mérito tiene eso? ¿Qué hay de uno en ello? Es belleza y sólo belleza, precioso y punto; su importancia es esta: ya está. Implantado, triunfal, establecido y global. Hay quien, al llegar a una ciudad nueva, famosa, siente la imperiosa necesidad de buscar la catedral, o el edificio más grande, el museo más importante, tampoco se suele excusar en ninguna fe.

Pero el delirio que amo no entiende de mapas trazados hace tiempo por otros ni caminos rectos: exige callejear, perderse en (crear) laberintos, incluso sufrir; el Pórtico de la Gloria es de todos pero este cuadro nostálgico sólo suyo, porque es ella.

Explorar, descubrir, imaginar. La verdadera belleza es imperfecta, una obra de arte debe estar siempre inacabada (...) para, en el intento vano de comprenderla, crear mil bellezas, mil obras más.

A veces.



viernes, 25 de noviembre de 2016

Una fiesta a la que fui


Anteayer fue la noche de los ojos abiertos a las cuatro, mañana la misión imposible
despertarse sin despertador -el teléfono se ha roto-,
levantar mi cuerpo pesado en ausencia de brazos que tiren de él.

(Re)costado bajo un torbellino de mantas ásperas y sábanas finas, escucho quiera o no quiera los latigazos/ altavoz,
el patear/ pies incansables
risas, palmadas, gritos: adueñándose del silencio.

Aunque tapone ambos oídos, surcará mi interior antes frío la existencia sonora de esa fiesta.

Por mucho que esconda estas retinas cansadas tras la suavidad del párpado, sigo viendo los cigarros blancos consumiéndose/ consumiendo cuerpos vestidos y desnudos, las gargantas quebradas de alzarse contra la barahúnda, mezclas tibias de líquidos, sonrisas femeninas apareciendo, desapareciendo.

Y como estoy en la fiesta, sonoramente, visualmente, con cada uno de mis sentidos y pedazos de ser, no puedo dormir.

Negrones profundos, lametones;
caricias disimuladas y el corte afilado de un cristal roto cruzan, rompen la carne que me constituye por fuera.

Emociones eróticas, sentimientos de dolor físico y pequeñez en el mundo;
alegrías mudables pero verdaderas alcanzan, crujen el alma que soy por dentro. 

Huelo fragancias caras y sudores rancios entrecruzándose mediante el beso; saboreo cinco variedades distintas de alcohol deslizándose y ardiendo. 

 No pude dormir, soñé que aun tirado en cama los ruidos de aquella fiesta me impedían soñar.

Y mi mayor derrota es que, aunque no pueda recordarlo -son fantasías nocturnas, olvidadas al roce de esta realidad-, sé que he soñado infinitas veces con infinitas fiestas frustrantes de mi dormir;

cada alucinación no es sino el despertar de otra anterior;

y así escalando sueños llegué a un mundo mágico, impreciso, contrario al tuyo: pero  las palabras son terrenas así que callarme la única manera que tengo de explicarlo (...)

martes, 22 de noviembre de 2016

Discografía de My Bloody Valentine, parte 3 (1991: Glider y Tremolo)

Glider EP (1990)


Duración: 18:28

Si la portada es sorprendente, su contenido todavía más. Abre el disco Soon, una canción de baile intimista -sin contradicción alguna-. La coreografía es así: en lugar de moverte tú, cierras los ojos y ladeas tu cabeza mientras el mundo gira alrededor. Una danza inversa al ritmo de bases programables, puesto que el batería, Colm Ó Cíosóig, no pudo estar presente en las grabaciones debido a los graves problemas personales por los que pasaba. 

La percusión, unida a toneladas de feedback, un riff inmenso e inolvidable y voces -casi indescifrables- que parecen sonar del revés conforman una canción única. Luego es el turno de Glider, locura pura recién sacada del Mundo de las Ideas, convertida en tres minutos diez de relampagueos, estertores de muerte, angustias liberadas y abejas asesinas. Se puede hacer más, pero no llegar más lejos. 




Tras este infierno/ éxtasis, según gustos, Don´t Ask Why puede parecer incluso convencional, pero no lo es. La forma de sonar las guitarras -como una dulce marea que sube y baja-, los lamentos de Shields que te transportan a otro lugar. 

Porque eso son las mejores canciones de My Bloody Valentine. Lanzaderas hacia planetas inexplorados, donde esconderse, o mejor aún: curarse, crecer, transformarse, mutar en seres divinos, despojados de nuestras vergüenzas y dolores. Para terminar, Off Your Face, una canción sucia -te salpica- ahora con voz femenina (Bilinda), coronada por esa poderosa escalada final hasta el fin del mundo, de todos los mundos posibles.

Soon: 9,75
Glider: 9,5
Don´t Ask Why: 9,2
Off Your Face: 9,6

NOTA: 9,6

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Tremolo EP (1991)


Duración: 18:46

Trémolo: "sucesión rápida de varias notas iguales con la misma duración". Otra vez cuatro canciones. Se hace más complicado valorar ahora, pues Swallow (aunque de algún modo original por sus toques orientales), y sobre todo Moon Song pueden llegar a parecer descartes que al final terminaron por incluirse; al lado de To Here Knows When y Honey Power. 

¿Cómo no valorarlas con un diez, si son pura belleza; y además únicas? Dejar de hacerlo sería revolcarme por el barro, preferir lo mundano y zafio a lo más cerca que un ser humano puede estar de lo paranormal escuchando un disco que ni siquiera llega a la duración estándar. Para qué más tiempo, si en To Here Knows When caben nubes de algodón de azúcar, corazones inflamados, y yo que sé, entes de otros universos intentando llegar a este por los surcos que abren en el aire los riffs enajenados de Kevin Shields. Por decir algo. Y para terminar, una extensa coda que no describiré con palabras porque ninguna puede atraparla. 

En realidad, cualquier intento de describir la época sublime de My Bloody Valentine es totalmente vano: sólo se puede explicar escuchando, sintiendo. Con unos auriculares y la luz apagada, a poder ser. Y qué decir de  Honey Power, ese feliz encuentro entre el shoegazing y el hardcore que desemboca en (...). 

Shields confiesa aterrado que nunca se podrá acercar a los sonidos que escucha en su cabeza, pero la mayoría de los mortales no podríamos rozar un  murmullo así ni en nuestros más lejanos, drogados sueños.



To Here Knows When: 10
Swallow: 9
Honey Power: 9,85
Moon Song: 8

NOTA: 9,55

domingo, 20 de noviembre de 2016

Una historia violenta


Cómic
1997
John Wagner- Vince Locke

A pesar de que cuenta con una versión cinematográfica -protagonizada por Vigo Mortensen-, Una historia violenta todavía lucha por no caer en el olvido, seguramente nunca deje de hacerlo. Lo cual resulta bastante injusto, teniendo en cuenta lo buena que es. Sí, aquí somos bastante objetivos.

La historia de John Wagner y los dibujos de Vince Locke caminan en una misma dirección; se condensan en la palabra de tres sílabas y nueve palabras: violencia. Trazos grotescos dibujando  /desdibujando/ seres grotescos, demonios sin alas. 




Un pueblo perdido de la mano de Dios, este hombre cualquiera que ves en el dibujo de arriba, su cafetería. Los días se suceden sin problemas -suponemos- hasta que una tarde llegan dos tipos misteriosos y armados. El señor Mackenna consigue librarse de ellos, convirtiéndose sin quererlo en una celebridad para sus vecinos.

 Pero quedan demasiadas cuentas por saldar. Esta es una oscura novela gráfica sobre el poder de la mafia. El deseo de llegar lejos a costa de cualquier cosa. Las venganzas: impuestas, heredadas, necesarias o innecesarias. 

Sobre acontecimientos terribles que te marcaron un día y te perseguirán hasta la muerte. No puedes huir. La violencia dejó de ser una opción cuando manchaste tu nombre, tus manos. O matas o te matan. A ti y a los tuyos.



Las ilustraciones pueden parecer a primera vista simples bocetos, en realidad son fotografías nítidas, pero contaminadas por las emociones de quien posa. El expresionismo -ira, miedo, locura- venciendo la firmeza de los trazos; sobrecogidos, doblegados ante el pánico. 

O como si Locke no quisiera aproximarse a las tinieblas que representa, y para alejarlas las difumina, y si existen que sólo sea vagamente: blanco y negro para esconder la sangre; imprecisiones que atrapen la mirada del diablo y confundan vísceras y  almas rotas. Sólo planear en aeroplano, mirar el tiro a la nuca desde la altura, a través de los cristales y la lluvia espesa.



Una extensa reflexión sobre el futuro (im) posible, tras meternos con quien no debemos; acompañada por sombras, musicada por el pasar de las casi trescientas páginas que se leen a la velocidad con que Richie roba un coche en Brooklyn. Personaje singular, vencido por la rabia, la adrenalina, sus ansias de gloria. 



Perfecto en su estilo, con un lenguaje directo y empático, éste es un cómic recomendable para todo el mundo. El dúo de ases Wagner-Locke no necesita mil explosiones, fantásticos superhéroes ni aventuras increíbles para helarnos con su tragedia, que tanto puede leerse por encima como abrir una puerta al debate -con uno mismo, con los demás- sobre la condición humana. ¿Podemos pasar por el mundo sin rozar la violencia? Porque lo más terrible es que ella no sólo nos destruye. También  constituye lo que somos,  nuestra sociedad, lo trae todo y luego se lo lleva.

Puntuación: 8,9

jueves, 17 de noviembre de 2016

La robotización del periodismo, parte 2/2






 ¿Qué es el periodismo robotizado?

Las nuevas tecnologías han revolucionado las rutinas periodísticas. Podríamos afirmar que el salto del formato impreso al digital ha pillado por sorpresa a muchos profesionales de la comunicación, todavía incapaces de adaptarse del todo a un medio en constante cambio.

La forma de comunicar ha cambiado drásticamente con la aparición de nuevas herramientas y emisores a través de Internet. Además, la accesibilidad y variedad de información ha provocado que se vuelva indispensable la rapidez e inmediatez en las redacciones de cualquier medio de comunicación.

La relación con el lector también ha cambiado, ahora es bi-direccional y supone un mayor grado de retroalimentación. El consumidor de noticias se convierte además, en un transmisor de las mismas a través de redes sociales; de hecho ya no se le llama consumidor sino prosumidor: ése que aporta contenido a las informaciones que visita.

En este contexto, el periodista aún está tratando de aclimatarse al nuevo entorno en el que se  mueve y por ello algunos medios de comunicación están adaptando de forma experimental su contenido a las necesidades de la Web. En muchos casos, el progreso tecnológico ha desbordado esta adaptación gradual que pudiera tener la labor periodística en Internet. Han aparecido mecanismos y herramientas que, al mismo tiempo que facilitan el trabajo del periodista digital pueden llegar a perjudicarlo e incluso sustituirlo.

En los últimos años cada vez tiene más importancia la investigación en el campo de sistemas de inteligencia artificial. En concreto, en relación con el periodismo nace el “periodismo robotizado”. Es decir, la aparición de bots / robots que son capaces de generar, modificar y compartir información de una forma asombrosamente rápida y autónoma en la Web.

En la literatura ya se especulaba con sistemas robotizados que llegaran a sustituir la labor que lleva a cabo el periodista. Isaac Asimov planteaba en su novela Preludio a la Fundación la sustitución del periodista por un robot inteligente. Este fenómeno cobra más sentido en el actual entorno digital.

Las predicciones se han cumplido, abriéndose un sinfín de posibilidades con la aparición de robots programados de tal forma que pueden enfrentarse a la redacción y elaboración de noticias en Red.

Evolución y futuro del periodismo robotizado

El robot periodista nace de conceptos planteados por empresas como Narrative Science, aplicados en conocidos medios de comunicación como Forbes. Esta organización inventó en 2010 “Quill”, una plataforma de generación de lenguaje natural impulsado por Inteligencia Artificial. A partir de datos de entornos financieros, el programa es capaz de generar artículos adecuados y afines al lector. 

Los movimientos financieros donde se barajan gran cantidad de datos y estadísticas son uno de los espacios en los que más se ha potenciado el periodismo robotizado. A pesar de ello, estos mecanismos robot han ido poco a poco colonizando la elaboración de otras secciones. Es el caso de la información meteorológica o la deportiva.

Por lo pronto, la robótica en el periodismo está limitada a este tipo de entornos de una forma simple pero, sin lugar a dudas, eficaz.Sin embargo, algunos pronósticos afirman que en un futuro un 90 % de las notas y noticias serán redactadas por robots capaces de dar un estilo propio y personalizado a la información en cualquiera de los campos.



Ventajas e inconvenientes de la aparición de la robótica en el periodismo

Son muchos los casos en los que el uso de robots en los medios de comunicación digitales han supuesto un aumento de la eficacia y rentabilidad en la producción de noticias. Los robots producen, trabajan e informan mucho más rápido que cualquier periodista. Por ello, pueden llegar a resultar más rentables para las empresas de la comunicación.

Es el ejemplo de la agencia de noticias Associated Press que en 2014 decidió que automatizaría la redacción de todas sus notas. Ha pasado de unas 300 noticias escritas al trimestre por periodistas a alrededor de 4.400 redactadas por robots.

Además, lejos de presentar una información previsiblemente automatizada e impersonal, los robots analizan los datos encontrando patrones que se adecuan a las necesidades del lector. Aparecen la plataforma Wordsmith (Ws) o Narrative Science (NS), especialistas en conseguir estos resultados. 

Del mismo modo, la productividad es superior. Un claro ejemplo es el del colaborador sueco de Wikipedia Sverker Johansson, quien asombrosamente firma como autor de unos 10.000 artículos diarios. Todo ello es gracias a “Lsjbot”, un software creado por el sueco que contrasta información en varios puntos web para después volcarlo todo en sus artículos. En los últimos siete años Johansson tiene la autoría de 2,7 millones de entradas de la Wikipedia. Lo cierto es que la mayor parte de la información de la famosa enciclopedia online ha sido elaborada por programas informáticos.También The Guardian se ha sumado a esta iniciativa y en 2014 lanzó una revista impresa hecha al cien por cien por robots.

Ante este aluvión de cambios y avances tecnológicos, los grandes damnificados son los periodistas. A largo plazo, parece que su trabajo va a ser sustituido por una máquina. Si mantenemos una hipótesis de coexistencia entre las nuevas herramientas de la web y el periodista, este último ha de crear un contenido diferenciable y exclusivo con tal de no desaparecer. El periodista tiene que generar valor y dotar de personalidad a la información con tal de no ser relegado a un segundo plano. Paradójicamente, el robot periodista se convierte en un caso más de intrusismo laboral impulsado por los mismos medios de comunicación en un afán meramente lucrativo que puede derivar en una mala praxis de la labor periodística.

 Conclusiones

Según la propia Wikipedia, símbolo clave del fenómeno de construcción de contenido en red, los robots a lo largo de la historia han levantado recelos entre la población por la posibilidad de que dejaran de seguir nuestras órdenes o fallasen gravemente en sus procesos. Lo paradójico es que esto, que leemos en sus páginas, como se ha comentado en la parte central de este trabajo, seguramente lo escribiera un robot.

Pero, siendo honestos, cualquier cambio sustancial en las líneas de actuación de la sociedad humana ha sido siempre vista en sus inicios con recelo, y luego normalizada o no. De hecho, la propia Wikipedia aún sigue siendo de mal gusto para muchos académicos, como un contenedor de los falso, cuando puede ser corregida fácil y rápidamente por millones de personas, cosa que no ocurre con otro tipo de contenidos. Pero esta interconectividad, positiva en unos casos, la expone a tratamientos como el trolleo, y temporalmente podemos ver entradas diciendo que Vigo está en Portugal.  

Está por ver si la robotización será positiva o negativa en los diversos ámbitos. En este trabajo, precisamente hemos intentado responder a esta pregunta en lo que a el periodismo se refiere. Quizás lo que ocurra es que da vértigo pensar que el avance de estos mecanismos, para bien o para mal, es imparable. Pero debemos retroceder a aquellas definiciones valencianas de robot:  màquina que fa automàticament algun treball”, e incluso  “home automàtic”.

¿No es acaso ese periodista que capta toda su información de los gabinetes de prensa, que permite que los políticos se escondan, que sólo copia y pega la información de las agencias, el peor de los robots? Dejemos que nos ayuden en aquello llamado “data journalism”, y vigilemos constantemente, permanezcamos alerta, analicemos con reflexión crítica la cada vez más compleja realidad del mundo. Ésta siempre ha sido y será la labor del periodista.


Ballester Soriano, Jordi
Pawlikowska, Zuzanna

Martínez Martínez, Enrique

Fotografías extraídas de Wikimedia Commons



domingo, 13 de noviembre de 2016

South Park, Temporada 19: la tolerancia intolerante y el ascenso de Donald Trump


Tema de la Temporada: Reflexionar acerca de lo políticamente correcto y los movimientos sociales

CAPÍTULOS

1. Impresionante y valiente: (la paradoja moral de querer imponer la tolerancia)

2. ¿Dónde está mi país?(carrera a la presidencia de Donald Trump)

3. La ciudad que es parte del pueblo: (gentrificación de barrios y efectos en su población anterior)

4. No eres Yelp: (el poder de las críticas online de establecimientos)

5. Espacio Seguro: (los comentarios negativos en Internet)

6. Tweek y Craig: (la presión social sobre la orientación sexual)

7. Ninjas perversos: (relación entre una sociedad y su policía, y cómo ésta realiza el trabajo sucio)

8. Contenido Patrocinado(publicidad de Internet: contenido patrocinado, pop-ups, click-bait)

9. Verdad y Propaganda(Ídem)

10. La Justicia Final del Director PC: (conclusión)

Imprescindibles: Espacio Seguro, Tweek y Craig, Contenido Patrocinado.



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Justo antes de que finalice la temporada número 20 de South Park y podamos comprenderla en su totalidad, parece el momento perfecto para reflexionar sobre lo que nos dejó la anterior (T19, 2015).

Como pequeña introducción, decir que South Park -S.P. a partir de ahora- era aquella serie grotescamente animada, creada en 1997, sobre chistes de pedos y derivados; algo así como una Scary Movie hecha a mano, sin pudor ni presupuesto.

Pero realizó un trayecto contrario a The Simpsons: mientras éstos licuaban sus tramas e intenciones hasta convertirse en una marca blanca de lo que un día fueron; S.P. fue recubriendo su inicial irreverencia "porque sí" con una crítica cada vez más profunda y exacta del mundo moderno.

Desafortunadamente, mucha gente no ha podido olvidar ese prejuicio de "serie de cuatro niños que dicen tacos". En realidad, están a la misma distancia de Padre de Familia que de Black Mirror. Aunque en ocasiones sean torpes y se pasen de rosca en algunas bromas -no defiendo desde luego todo lo que hacen Trey y Mat Stone, creadores de la serie- es innegable que S.P., en sus derroteros actuales, desvela grandes conocimientos de política, periodismo y sociología por su parte, así como un singular talento para unir tramas teóricamente inconexas. Además, pocas series demuestran una preocupación tan sincera por lo que supone Internet en nuestras vidas. 

Pasando a la temporada decimonovena en sí, ya en el primer episodio se presenta algo que marcará acontecimientos venideros: la llegada de un nuevo director al colegio, llamado PC Principal. PC de Políticamente Correcto, claro. Lo cual causará grandes cambios en el pueblo más incorrecto y soez de la televisión.


El Director PC


T19 puede dividirse en tres partes: trilogía de introducción, en la que se presenta un nuevo escenario (fraternidad PCA, carrera política de Garrison, gentrificación de la zona sur); cuatro capítulos centrales sobre asuntos diferentes y autoconclusivos, pero enmarcados en el escenario ya dicho; y trilogía de desenlace.

En Impresionante y valiente y capítulos posteriores, no se critica a los objetivos progresistas -integración entre razas, respeto de la orientación e identidad sexual de cada uno, preocupación por los desfavorecidos-, sino cómo se están llevando a cabo: retos, peligros, carencias, paradojas e hipocresías.

Por ejemplo, ironizan sobre el haber formado las redes sociales un gran ejército que analiza concienzudamente el lenguaje en busca de erratas morales, fórmulas no intrusivas, etcétera; y cómo este trabajo puede resultar vacuo si luego descuidamos lo que sucede a nuestro alrededor. Es cómodo "movilizarse" escribiendo caracteres en un teclado, pero cuando la gentrificación empobrece a Kenny en La ciudad que es parte del pueblo, nadie se preocupa por ello. Otra importante crítica es la que hacen a la supercompensación: dar como bueno todo lo que haga alguien por pertenecer a un colectivo históricamente atacado. A este efecto, la coña recurrente de cierto personaje que se pasea todo el rato atropellando personajes random, y le aplauden porque es transgénero. 

Otro problema que plantean es que esta "imposición" de forma violenta de unos ideales, aunque éstos sean buenos, crea monstruos. ¿Cómo vas a fomentar la tolerancia si eres el más intolerante con los que no piensan como tú? Estas ironías se repiten constantemente; PC Principal dice que partirá las piernas a quien escribió "retrasado" en el periódico escolar, y no sabe dónde meterse cuando descubre que el culpable es un discapacitado.

Eric Cartman y Randy acogen la corrección política y los valores progresistas por moda y no porque realmente los sientan. PC Principal le mete una paliza a Cartman en el primer episodio. El orondo personaje -en ambos sentidos*- llevaba 18 temporadas siendo el personaje más incorrecto de todos: racista, antisemita, homofóbico, machista, egoísta, tramposo. Tras los golpes, reconoce haberse equivocado y que cambiará, pero Impresionante y valiente acaba con él diciendo en voz baja "voy a follarme a mi cachonda mujer". Conclusión: las ideas se deben introducir mediante el diálogo y la reflexión, no por la fuerza. 

Es más fácil ser respetuoso con la gente y empático respecto a los colectivos desfavorecidos cuando eres un universitario, pero debes darte cuenta de que otras personas quizás no tuvieran la formación y experiencias vitales necesarias. Al igual que comprendes a esas minorías que justamente defiendes, debes intentar ponerte en la piel de los "incorrectos", razonar por qué piensan como piensan, e intentar convencerles, con-vencer a su misoginia, su clasismo, su lo que sea, con las palabras exactas. Se trata de enseñar, no de imponer a ostiones o decretos, porque puedes acabar generando el efecto contrario. Lo cual, de hecho, ocurre en el capítulo dos, como explico abajo.


El segundo episodio pasó desapercibido para mí en su momento, desconocedor de la realidad americana, pero más vale tarde que nunca y me he dado cuenta de que es una genial explicación de cómo Donald Trump llegó a donde llegó. Quien ejerce el papel de Donald es Mr.Harrison, el profesor del colegio, que se enfada ante la gran cantidad de canadienses en su clase, símbolo de todo tipo de inmigración en S.P. Entonces Mr. Garrison, como alegoría cómica de las andanzas de Trump, inicia una hilarante campaña. Se presenta así a sus fieles: "Yo me mojaré y resolveré esta papeleta. Puede que no entienda de política, ni de políticas de inmigración, ni de leyes, ni de básicos conceptos ideológicos, pero coño entiendo que aquí hay un montón de canadienses y voy a hacer algo al respecto".

Atención a este discurso que dice en la serie un padre canadiense: "se presentaron varios candidatos a las elecciones. Uno de ellos era un payaso que decía lo que pensaba. No ofrecía ninguna solución, sólo decía barbaridades, nos parecía gracioso. Nadie pensaba que llegaría a presidente. Era una broma. Pero dejamos que la broma continuara, fue ganando fuerza y cuando dijimos -nah, ahora en serio: ¿a quién votamos para Presidente?-; ¡Ya estaba jurando el cargo!"  

La trama principal de ¿Dónde está mi país? se basa brillantemente en las amenazas de Trump de crear un muro en la frontera mexicana, y que lo paguen ellos. En esta parodia, cuando Trump (Mr. Garrison) llega, los canadienses ya habían construido el muro para que no entrara él, lo que desata su ira e intenta introducirse en el país a toda costa. Cuando lo consigue, está vacío y desolado porque lo gobierna otro inepto y racista como él. La reflexión es clara: cuidado a quién votáis, no vayáis a ser vosotros los que tengáis al final que cambiar de país. La democracia no es algo que tomarse a coña. Mr. Garrison basa su campaña en el y tú más, soltar burradas y gritar; y así consigue la aprobación del público.


El tercer episodio versa sobre la gentrificación, renovación de barrios depauperados. Es interesante su burla a la publicidad. Critica cómo estas maniobras pueden desplazar a la población inicial del barrio al elevar el coste de sus establecimientos; pero le falta algo de chispa. No obstante, el tema es interesante.

El cuarto, No eres Yelp, aunque es de los que ha obtenido puntuaciones más desfavorables, a mí me ha parecido necesario. Trata las críticas en Internet -Yelp- y cómo quienes las realizan les dan una importancia desmedida a su labor. Esta reflexión no es baladí para todos aquellos que dedicamos una gran parte de nuestro tiempo a hablar y aconsejar en las redes. Es un ejercicio de humildad irrenunciable. No somos líderes de opinión, ni tampoco imprescindibles. El padre de Kyle fumando en pipa y escribiendo críticas gastronómicas como si fueran sonetos, el policía que abandona su trabajo de calle para recomendar restaurantes a sus ciudadanos, son constructivas visiones de los blogeros, youtubers, etc. que existimos a patadas en Internet. No se nos debe subir a la cabeza: "en la vida no soy nadie pero en Internet me monto mis películas".

Quizás el imprescindible sea el quinto episodio, sobre la existencia de comentarios negativos en Internet y sus RRSS, y nuestro afán por eliminarlos. Éste es retratado como un problema "del primer mundo"; una preocupación estúpida y narcisista que no se soluciona borrando contenidos sino aceptándonos a nosotros mismos tal y como somos. Al compararla con la  pobreza de los países pobres,  ponen el acento en la verdadera -nimia- importancia del asunto.




 No se puede escapar de la realidad, que aparece como personaje -con bigote de malvado, of course, porque la realidad es cruel-. Ésta deja dos sentencias de muerte para la hipocresía mundial:  "¿qué maravilla de gala benéfica. Os sentiréis bien con vosotros mismos. Habéis recaudado doscientos dólares gastando medio millón en solomillos y copas de cristal? " es una mirada sobresaliente a la falsa caridad de tantos magnates y celebridades, que donan inmundicias de cara a la galería, simplemente para quedar como honrados ante la "plebe".

Otra muy buena es "Vin Deasel: dices que meterse con la gordura está mal y enseñas los abdominales. Eres tú el que acompleja a los gordos." Y es que, más daño que los comentarios negativos, hacen los filtros y miles de posturas, que ya utiliza cualquier hijo/a de vecino. Es sumamente hipócrita defender que no podemos ser perfectos y luego disimular la barriga, utilizar la mejor foto de cincuenta e introducir con disimulo todo tipo de arreglos y añadidos. Esa falsa belleza puede llegar a ser más nociva y peligrosa que cualquier improperio que se nos pueda ocurrir. La única manera de normalizar la imperfección de los demás es asumir y mostrar la propia. Al final del episodio, ahorcan a Mr. Realidad en la plaza del pueblo. La simbología con la sociedad actual queda patente.

Este capítulo y el siguiente suponen el cénit creativo. Después intentan -pero no consiguen- alcanzar de nuevo ese nivel. Y es que Tweek y Craig es uno de los capítulos más emotivos de la serie, y su estructura narrativa, alternada con fan-arts, genial.

La creación, por parte de unas niñas orientales, de pinturas y cuadros centrados en estos dos compañeros de clase -Tweek y Craig- manteniendo relaciones, hace dudar sobre su sexualidad a todo el pueblo. Esto creará una serie de conflictos entre ambos amigos, y las -en general- buenas intenciones integradoras de los habitantes de South Park acabarán siendo perniciosas, al meterse en la vida de los chicos.

Paralelamente, se da una línea argumental surrealista con Eric Carman y su Cupido (¿?), que me veo incapaz de descifrar habría que preguntarle a Freud. El capítulo termina sin que sepamos si finalmente los protagonistas son gays o no; lo que entiendo como un alegato en defensa de que el siguiente paso, una vez se supere la homofobia, es no realizar discriminaciones negativas ni positivas, tratar a las personas sin importarnos de forma crítica esta parte de su identidad, ni reducirlas a ella, pues una persona es una entidad compleja, mucho más rica que sus conductas sexuales, y no nos compete etiquetar y simplificar en base a ellas. Esa sería la verdadera normalización, lo demás es un esfuerzo -ya he utilizado esta expresión, pero no se me ocurre otra- de cara a la galería, como el que realiza el padre de Craig.



Tras estas dos gemas, la siguiente entrega, Ninjas Perversos, puede resultar algo más floja, aunque no le falta profundidad. De hecho, plantea el tema de cómo la policía está en numerosas ocasiones en el punto de mira, sin darnos cuenta de que realizan un trabajo tan difícil como necesario. South Park no defiende todas sus actuaciones (muchas veces les dibuja como paletos de gatillo fácil, y en este capítulo también), pero por una vez les da un tratamiento más humano, desde su punto de vista. Porque al final muchas veces se limitan a cumplir órdenes y cargar con las culpas, como ocurre en el episodio, de un estilo tan clásico en la serie: niños jugando inocentemente -más o menos-, y adultos metiéndose por el medio y empeorándolo todo.

Precisamente esto es lo que glorifica a la serie a lo largo de los años: cómo ataca y defiende todo, sin preocuparle lo más mínimo el qué dirán. Aunque quizás lo más trascendente de Ninjas Perversos sea cómo la broma del ISIS ha sido censurada por Comedy Central, demostrando el gran poder de la organización, cimentado en el terror. 
Sobre los tres últimos episodios, que tratan a fondo la compleja situación del periodismo actual y la publicidad viral en Internet, hablaré en una entrada aparte que subiré para la semana.


NOTA: 8,5



*Orondo significa tanto gordo como un calificativo para quien se siente muy orgulloso de sí mismo

viernes, 11 de noviembre de 2016

La robotización del periodismo,parte 1/2

Los que nacimos después de los noventa, no hemos vivido una existencia sin Internet. El día a día en el mundo real se mezcla con relaciones virtuales. En 1962, Paul Baran creó sus bases, pensando en una Tercera Guerra Mundial que afortunadamente no ocurrió.


Crónica deportiva elaborada por un robot

En primer lugar, debemos dilucidar que la palabra robot se refiere a un tipo de máquina programable. En otras palabras, su autonomía no significa grado alguno de neutralidad: no puede desvincularse a las subjetividades e intenciones de su creador. Esta consideración será más que relevante cuando hablemos de robots en el periodismo.

Existen dos tipos de robots, los reales (mecanismos físicos) y los virtuales (software); ambos parecen inteligentes pero se limitan a cumplir órdenes estrictas. Los nombrados en segundo término serán clave desde nuestros días y hacia el futuro, con la llegada de la tercera era de las relaciones por Internet: La Web 3.0. Ésta vincula, a partir de complejos mecanismos y sistemas logarítmicos, significados diversos y torrentes de datos.
Según la RAE, un robot es, en su primera acepción, una máquina o ingenio electrónico programable –esto ya lo hemos dicho-, capaz de manipular objetos y realizar operaciones antes reservadas solo a las personas. 




Un robot periodista, sobre terremoto californiano de tres grados en la escala Ritcher para Los Ángeles Times (2014)


Se subraya aquí la capacidad de los robots de suplantar a los humanos en determinadas actividades, muchas veces superándonos y eclipsándonos.
Durante la Revolución Industrial en Reino Unido, diversas revueltas obreras quemaron y destruyeron maquinaria moderna, acusándola de quitarles el trabajo, ya que para los patrones y dueños del capital era más fácil y barato una máquina de tejer que un costurero, aumentando su ya de por sí gran riqueza mientras los trabajadores despedidos sufrían el paro.





Fue el llamado ludismo, cuya agitación de la industria textil se extendió al campo (contra las cosechadoras mecánicas), y alcanzó su máxima virulencia en Inglaterra a principios de la segunda década del siglo XIX, con treinta rebeldes condenados a la horca. En España también vivimos un fenómeno similar, pero como es natural ocurrió más de veinte años después, en nuestro propio núcleo industrial, Barcelona.

Este rencor, o miedo, llega hasta nuestros días, aunque fueran las máquinas y cómo nos facilitaron procesos antes tediosos las que han permitido la reducción de la jornada laboral y el aumento de las horas de ocio, aunque mal utilizadas podría haber sido lo contrario.  En cuanto a liberación de las rutinas, caso paradigmático la de barrer: primero un paño, luego una escoba, para pasar a la aspiradora (mecanización) y luego a un ingenio robotizado que aspira de forma autónoma. Parece que es la utilización/control de las máquinas, más que las máquinas en sí, lo que determina sus consecuencias sociales. Hay robots en la vanguardia de numerosos ámbitos de nuestra sociedad: el militar (ATLAS, fabricado por Google), la medicina y los cuidados (Riba II, para levantar en peso personas convalecientes o impedidas), la cultura pop (R2-D2)...

 
Vídeo demostrativo de la funcionalidad del Atlas



Riba II


La segunda acepción de robot en el diccionario de la lengua española se acerca más al asunto que nos ocupa: “programa que explora automáticamente la red para encontrar información”. Como cada vez estamos más conectados -Internet de las cosas,  RRSS, sistemas de geolocalización, apps, destrucción de la fronteras online/offline-, estos programas tienen un ecosistema más rico en el que  moverse hoy que ayer.

Gracias a determinados mecanismos, las empresas pueden saber en cualquier momento dónde estamos, y activar en nuestros motores de búsqueda –y en las páginas de los medios de comunicación online, claro está- la campaña publicitaria más conveniente para la ocasión. Por ejemplo, promocionar la tienda por la que pasaremos dentro de dos minutos, pues conocen también nuestros itinerarios.

La publicidad genérica, de puro cansancio, se ha ido haciendo con el tiempo menos efectiva, así que estos bots inteligentes diseñan campañas especializadas para cada individuo, según su historial de búsqueda y participación online, los cuales revelan una colección de intereses propia.

Los bots son hoy en día indispensables en publicidad y promoción de empresas, pero ¿y en el periodismo? ¿Cómo le sentará esta automatización de procesos, que precisamente es lo que prioriza en su definición el diccionario general de la lengua valenciana? 

Expone: Màquina que fa automàticament algun treball”, e incluso  “Home automàtic”. Muy similares la definición que aporta el  Institut d´Estudis Catalans o la de la Real Academia Galega, aparello electrónico con capacidade para substituír ao home na execución dalgún traballo, particularmente manual, xa que pode executar automaticamente operacións e realizar diversos movementos; persoa que actúa dun xeito mecánico;  persoa que non ten vontade propia e que se deixa manexar facilmente por outras”. Inciden en esa capacidad automática, de realizar cosas “sin pensar”; como aporta el diccionario online Wordreference.com.

Tiene importancia para nosotros el considerar cómo puede afectar esto a la actividad periodística, pues sus buenas prácticas están caracterizadas precisamente por el “anti-automatismo”: reflexionar sobre la realidad del entorno y los sistemas de poder, visión a largo plazo, búsqueda de lo oculto, causas, consecuencias, actualización permanente, contraste de información, huída de los clichés y lugares comunes.

No es menor señalar que los robots, y su tráfico automático, ya han superado al movimiento humano en red, como señala el medio online elPeriódico.com en su noticia: "los robots se apoderan de Internet"

Según afirma el artículo, los bots suponen un 56% de las transacciones en la red; y algunos incluso simulan ser personas: envían enlaces, se registran en las webs, interactúan, captan rastros y correos, crean páginas mediante la copia...

En resumen, parece necesario reconocer que en Internet, lo que vemos moverse, no son personas en su mayor parte. ¿Y qué es de el periodismo? ¿Ha perdido toda la artesanía que llevaba intrínseca?

Continúa en la parte 2/2

Ballester Soriano, Jordi
Pawlikowska, Zuzanna
Martínez Martínez, Enrique