viernes, 23 de septiembre de 2016

Dinosaur Jr- Give a Glimpse of What Yer Not (CRÍTICA)



Hay discos de cuyos entresijos podríamos estar hablando durante horas. Para empezar, existe un ejército -sin más armas que la ignorancia, me atrevo a afirmar- defendiendo que hoy en día no se hace buena música. Este disco, aunque suene a los 90, no tiene ni dos meses; y si no fuera suficiente, hay mil grupos y genios/as musicales intentando cosas por ahí, otra cosa es que la mayoría de las veces no lleguemos a ellos. Lo que no puedes es tirarte el día poniendo M80 y luego quejarte de que hoy no se hace buena música o no se innova por dos canciones de Katy Perry o Justin Bieber que escuches en el Eroski cuando haces la compra de la semana, y encima intentar quedar por erudito con ese comentario. ¿Acaso es posible, en cualquier caso, que no se le ocurra nada a casi 8.000 millones de cabezas? Muévete un poco. Desde luego, a J.Mascis y los suyos (que son Low Barlow y Murph) se le ocurren cosas. A Radiohead también. Y han tomado la buena decisión de ahora, cuando han compuesto tanto y corren el riesgo de repetirse o volverse anodinos, aumentar el intervalo de tiempo entre sus entregas en vez de reducir la calidad.

Dinosaur Jr., grupo que nos ocupa, dinosaurio que no quiere crecer. Estoy seguro de que si renunciaran a algún elemento poco radiable de su sonido, ese ruido que parece blanco pero esconde  matices coloridos que van apareciendo poco a poco ante ti, podrían ser el triple de ricos o conocidos. Pero no renuncian a su estilo desaliñado, representado por la melena de J. Mascis, que parece una peluca comprada en los chinos para el carnaval de hace dos años. Noise rock suave, dulce en realidad, estímulo y cura para gente inquieta. Han realizado el sueño de muchos artistas: casi todas sus canciones se parecen, ninguna es igual, todo se repite pero nunca es repetitivo. Cuántos solos de lucimiento le habremos escuchado a J., y aún hay espacio para otro más, y otro. Nos imagino sentándonos a su lado, rodeándolo, y él tranquilamente, sobre una silla deshilachada, lanzando caramelos aceleradísimos, rayos de luz que atraviesan el cielo -como los de los Cazafantasmas-, hasta que la electricidad se acabe. Y lo más meritorio es que sus florituras y cabriolas construyen la propia canción, son parte de su esqueleto, indisolubles.

Videoclip de Tiny
J.Mascis saca a pasear a su perro en skate; y luego se aburre viéndoles tocar. Memorable la respiración mucosa del can, al principio y al final. También hay vídeo de Goin Down.

Una base rítmica enorme, y uno de los mejores guitarristas que ha dado EEUU, con menos purpurina pero demasiado arte, y una técnica al alcance de pocos, ¿qué más se puede pedir? Tres cuartos de hora de bajo, guitarra y batería; sin espacio para el aburrimiento en ninguna de las once canciones. Un álbum compacto, que definitivamente no cambiará el rumbo de la música, pero sin un tema malo;  no te arreglará la vida pero seguramente te alegre alguno de estos días; y diez discos más a sus espaldas para quien no se haya saciado todavía. Gente comprometida con su música, que ha construido un archipiélago notable: tenemos Bug, Farm, ésta... y ocho islas más, de relieves encrespados, y sobre ellas el fantasma mágico de haber influido en el rock de varias generaciones. Y como siempre (menos cuando no estuvo) Lou Barlow aportando variedad con sus canciones, Love is... y Left/Right (cierre perfecto). Cracks. Como dato curioso, la canción/ himno que abre el excelso Daydream Nation de Sonic Youth, que ya reseñaré, en lugar de Teenage Riot iba a llamarse "J.Mascis for President".

Normalmente, cuando se dice que un disco se ha compuesto con el piloto automático, es algo malo. Para mí, en este caso no: refleja una cierta apatía que mola, somos unos viejos sacando como rosquillas las canciones que cualquier grupo joven querría parir, no buscamos nuestra mejor canción porque ya la hemos hecho, patinamos un poco, nos reunimos y tocamos de tranquis porque es lo que nos gusta hacer y para lo que hemos nacido, y cuando algo está a punto de volverse mecánico, giro que no sabes por dónde viene ni por dónde va, y a empezar de nuevo, mientras el mundo da vueltas fuera de este skatepark.
Salud y decibelios.


Goin Down: 8,25
Tiny: 8
Be a Part: 8
I Told Everyone: 7,25
Love Is... 7
Good to Know: 7,5
I Walk for Miles: 8
Lost All Day: 8
Knocked Around: 8
Mirror: 7,5
Left/Right:8,5

Valoración disco: 7,75 (entra en novena posición en el TOP 10 de discos del blog, podéis verlo aquí)
Top 10 LNsRB

sábado, 10 de septiembre de 2016

HAMBRE


El Sol, que habían dejado atrás, es un iceberg amarillo cayendo dulcemente sobre el verde verdísimo, derrotado por el acercarse de la noche. Ascienden ambos la colina escarpada. El más pequeño no lleva nada consigo, cuando sube entre las piedras posa sobre las rodillas necesitadas de ayuda sus manos también pequeñas. Existen ruidos pero suaves, naturales; aquí una cabra, allí la tenue respiración de un lago azul, centelleando. El mayor arrastra consigo un  bastón con el que tienta lo que pisa, toca lo que ve y guía su rebaño tranquilo. Llevan horas caminando, adelanta y atrasa Manuel sus pies castigados por el mal camino y peor calzado. No ha visto todavía una gota, pero sabe que antes de acostarse, cuando se descalce, habrá una herida abierta y viscosa, todavía ardiente aunque ya no toque el suelo. Porque la siente: su ubicación exacta, su tamaño, todo lo que le duele. Pregunta por algo de comer, aunque sea pequeño y poco, su padre acarrea unas hogazas de pan y eso le contesta, pues es severo pero no mentiroso. Para su asombro, no por entereza sino terquedad, su hijo las rechaza, no le valen y pide otra cosa. -Otra cosa no hay- inevitable contestación - pero en breves momentos pasará por aquí el melero, y gracias al poco de miel con que untes estos mendrugos, lo áspero y caduco te parecerá sabroso, por la imparable combinación de sabores que la obra de las pacientes abejas tiene con todo.-

Dulce, dorada

Suben y bajan una escalera deforme, como una lagartija de piedra mordiéndose su larga cola, que se retuerce cuando pasan y Manuel nota la sangre resbalando, escurriéndose tras el suelo que pisa y nadie más que él y su padre -que le obliga a continuar- ha pisado en muchos días. Grita cada vez más, porque Manuel se queda atrás, porque no se acerca y para que se acerque. Manuel murmura -maldición de cosas sagradas-, susurra -hambre-, pregunta -melero-. Su padre le contesta que casi ha llegado, a la vista está que no todavía, pero cuando se dé cuenta estará paladeando el grato bocado que le corresponde, texturas magistrales, salsa divina como no hay otra.

De puro, puto cansancio, no le coinciden al niño los colores y las formas visibles: ríos redondos rojos volando, árboles cuadrados morados tendidos en el suelo, flores aladas como pájaros y pájaros mordidos como flores. Eso le parece gracioso, no se ríe para no desfallecer, luego para no desfallecer se ríe; al final, agotado, le pide a su padre el pan reseco que había despreciado en un cercano momento pasado de alguien que ya era otro.

 El melero, ese ser del que sólo sabe su importancia y poca puntualidad: parece que no aparece. Su progenitor le acerca el pan estropeado de días, rancio y rajado, convertido en comida por el milagro de su desesperación. Está Manuel tan hecho trizas que le sabe a gloria, tripas personificadas bailan y lloran. -Ves-, le contesta su tutor carnal, que por fin se detiene a su lado y le reconforta, -ya llegó el melero-.



Fotografía extraída de PhotoPin

photo credit: <a href="http://www.flickr.com/photos/47982129@N07/29564818395">Reacomodos de la geografía</a> via <a href="http://photopin.com">photopin</a> <a href="https://creativecommons.org/licenses/by-nc/2.0/">(license)</a>

Entrevista a Marcos Matabuena Rodríguez; parte 2: El siglo de las matemáticas


P- ¿ Es consciente la sociedad de la importancia de las matemáticas en su vida diaria?

R- Por supuesto que no. Buen ejemplo de esto puede ser lo que respecta a nuestra alimentación: con matemáticas podemos saber cómo va a variar nuestro peso. O las grandes empresas, que utilizan las matemáticas para saber nuestros gustos y opiniones, y ofertarnos los productos que compraremos con mayor probabilidad.

P-  ¿Los avances teórico/matemáticos, cuánto tardan en tener incidencia en ramas más prácticas como medicina, telecomunicaciones, ingeniería?

 R- Durante los últimos siglos, los grandes cambios en medicina siempre han sido gracias a la matemáticas. Por ejemplo, si Radon no hubiese desarrollado su transformada integral nunca hubiésemos llegado a utilizar pruebas de diagnóstico con imagen. Hoy en día la situación es todavía más critica, porque para poder llegar a verdaderos avances en medicina –y otras muchas áreas- debemos analizar millones de datos en sistemas extremadamente complejos, y a nivel teórico toda esta rama del conocimiento está comenzando. 

Sin matemáticas no se puede hacer medicina, decir de manera objetiva si un tratamiento médico es efectivo o no, porque precisamente de esto se encarga la estadística. Los descubrimientos teóricos cada vez tienen un efecto más inmediato en las aéreas de transferencia del conocimiento, aunque todo depende del área en particular; pero definitivamente hoy en día no estamos en la época donde tarda esto en ocurrir, en algunos casos, 200 años. De todas maneras, muchas veces es el problema práctico el que motiva un desarrollo teórico. Y esto es cada vez más común, pues los científicos tienden a trabajar en grupos multidiciplinares donde hay expertos de diversas áreas. 


 


P-¿Alguna rama del conocimiento está llegando ya a su límite?

R- Más bien todo lo contrario: están empezando a desenvolverse de manera destacada, porque hoy en día poseemos miles de datos que nos permiten tener un conocimiento preciso sobre los fenómenos. Antiguamente, todos los descubrimientos se hacían a partir de muy pocos datos y observaciones.

P- Cada vez los problemas matemáticos son más complejos, ¿alcanzaremos pronto los albores de lo indescifrable, cuando la especialización sea tan excesiva que el conocimiento se imposibilite?

R- No es tanto resolver un problema muy complicado sino encontrar la solución más sencilla posible. Muchos problemas, para resolverlos de una manera inteligible, hay que usar un modelo simplificado, por tanto el asunto es encontrar una solución no demasiado compleja, que se adecúe a la realidad.
Tienes razón, muchas veces la especialización es muy negativa porque la gente pierde el punto de vista de lo que realmente está haciendo, pero gracias a Dios tenemos a matemáticos y físicos que son capaces de entender lo que hacen biólogos, médicos…


P-¿Son realmente las matemáticas la carrera y el ámbito con más salidas laborales hoy en día? 

R- El Siglo XXI es el siglo de las matemáticas. Para resolver muchas de las cuestiones cruciales para la sociedad del futuro será necesaria la utilización de mecanismos matemáticos avanzados, por lo que si los matemáticos reciben una formación adecuada, orientada a los problemas que demanda la gente y las instituciones, empresas... no deberían tener problema a la hora de acceder a un puesto de trabajo.

P- ¿Podrías dar un caso práctico, de una tarea o problema que antes era tedioso o difícil de resolver y ahora, gracias al análisis de grandes bases de datos, se ha simplificado?
  
R- No te puedo dar uno, sino miles. Un ejemplo significativo puede ser el caso de la alimentación adecuada del ganado vacuno para incrementar la producción de leche. O predecir cánceres prematuros, el número de billetes que puede vender una compañía de vuelo…

P- ¿Cómo saber cuál es el número de datos necesario -exacto, ni escasos ni demasiados- para un experimento? ¿Nunca son suficientes?

 R- Todo problema depende una calidad de información óptima para ser resuelto. Para controlar el entrenamiento de fuerza no necesitamos muchos datos; para conocer la dieta apropiada para una persona, miles.

P- ¿Habrá una gran relación en el futuro entre la robótica y las matemáticas, o seguiremos ocupándonos nosotros de cálculos cada vez más endemoniados y complejos?
  
R- Las matemáticas son el lenguaje y soporte de todas las ciencias. Una máquina aprende en base a las siguientes premisas: ensayo y error, y un comportamiento adecuado tiene cierta recompensa. Para programar dicho procedimiento debemos dar una serie de señales de entrada y la maquina proporcionará una señal de salida, y todo eso se configura a partir de procedimientos matemáticos. Por tanto, la evolución de la robótica va a depender del avance de las matemáticas y especialmente de la capacidad de realizar ingentes cantidades de cálculo. Un ejemplo reseñable de todo esto puede ser que las máquinas, hoy por hoy, no sean capaces de detectar la profundidad de las imágenes. 


viernes, 9 de septiembre de 2016

La Madre Teresa de Calcuta, ¿santa o no?






A raíz de la canonización, el pasado domingo, de la archiconocida Agnes Gonxha Bojaxhiu, pero no con este nombre sino el que he reza el título –nunca mejor dicho-, Madre Teresa de Calcuta; ha ocurrido en mí algo curioso, y supongo que también a mucha más gente, así que he pensado: por qué no contarlo aquí, en estas “páginas”.

Desde pequeño, mi cabeza almacenó cariñosamente a esta monja como símbolo, y sí: uno de perfección y pureza (fuera santa o no, puesto que lo desconocía), lucha contra la pobreza y la injusticia, etcétera. Pues resulta que ahora el Papa Francisco la canoniza y se le declara, como decimos, santa, pero esa santidad que yo daba por hecha desde los albores de mi infancia poco le ha durado.

Ni un día los medios han tardado en relatar un supuesto “lado oscuro” de la monja: hablan repetidamente de exuberantes financiaciones que aún no sabemos a dónde han ido a parar, acusaciones relativas sobre todo a dejar sufrir a los enfermos, renunciar a medicarlos… Hay incluso quien habla de las casas de su congregación como lugares de tortura, algo causado por, según dicen,  un efervescente e intratable fanatismo religioso basado en el sufrimiento como método de acercamiento a Dios y a Jesús crucificado. Sienta como una patada en el estómago. Para alguien que parecía ejemplo de bondad y, a las dos horas de reconocérselo pública y mundialmente, alguien -¿cómo que alguien? ¡muchos!- ya se lanzaron a desacreditarla y destrozar su leyenda, y lo peor es que la versión que comentan no parece un bulo, una “insidia”, como diría nuestro Presidente en funciones.  

Quizás ese pensamiento mío era demasiado infantil. Quizás sólo seamos pesados sacos corrompiéndose, compuestos por variadas e intensas mezclas de locuras, instintos, egoísmos, mentiras y trampas; o algo así: no se me ocurre la palabra exacta y es ya muy tarde -el Sol se ha ido hace cuatro horas ya-.

Al final, no te puedes fiar de nada/ nadie y hasta las rosas blancas tienen un lado oscuro. Me parece imposible, la verdad, que sea mentira todo de lo que se le acusa a Teresa; ojalá alguien lea esto y me convenza de lo contrario. Independientemente de la postura religiosa o no religiosa de cada uno, ambas respetables y no revelaré la mía, creo que cualquier persona de bien necesita poder creer, al menos, en la existencia de personas  decentes, inmaculadas. ¿O es que la carne es tan impura?

Resulta que se le acaban de atribuir dos milagros pero perdónenme, ahora no estoy para idealismos: vengo de darme de canto contra el frío  aliento de la mediocridad humana.

martes, 6 de septiembre de 2016

VIGO



Vigo es un nombre perfecto, doble, porque a la vez designa a una cosa (que además es ciudad), y a una sucesión de otras  más pequeñas, contenidas en la primera (y a la vez incontenibles), que no podrían nombrarse siquiera a través de todas las demás palabras, para que luego baste sólo un nombre: Vigo.

Dicen que París es la ciudad bella, la del amor. No han escrito tanto los poetas, esos que juntan, separan, remezclan letras, sobre Vigo; no saben por dónde empezar, y una vez que se deciden, pierden el rumbo, porque esto es un laberinto, que sube y baja. Y al igual que de mi pecho cuelga un amuleto –creo que me ofrece el don de la suerte-, hay personas como amuletos que dan una vez más la oportunidad de levantarse al laberinto de piedra, luces y sombras: ascendente, glorioso, inacabado.

El otro día tomé una fotografía de Vigo: caminaba por Príncipe o Balaídos, tal vez Coia y quizás Teis o Samil; no lo sé, porque tampoco saqué la cámara del bolsillo, así que la fotografía es de un color negro y nada más que negro; cuando te quiera te regalaré esta foto y en ella todas las demás: sólo son distintas variaciones en la forma de vaciar la que tienes entre las manos. Nada queda por inventar, aquí yacen enterradas las caras y expresiones que pueden mostrar el ser humano y la naturaleza, y grabados  a su lado los versos que  alguien –quizás ebrio- va a componer, y los que todos hemos olvidado.

Serpentean por Vigo –hacia dentro, hacia afuera- tantos recovecos, callejuelas, apuntes a pie de página y cuestas escondidas, que nunca podré conocerlos y recordarlos todos, y por ello, porque me fascina pero no puedo abarcarla, esta ciudad me posee, nunca yo a ella: siempre quedará algo por ver y recordar de nuevo.

Sus afluentes, al no poder contarlos, ¿no es acaso como si ya fuesen infinitos?; y ahora que -harto de caminar- al fin he llegado a casa, sigo cruzando calles; suben, se retuercen, desaparecen, se cortan, atraviesan otras, descienden en picado y todas son invenciones mías pero pertenecen a esta ciudad: porque yo pertenezco a ella. Cuando dibujan París, es siempre igual, una torre erguida entre los jardines y la luna. Para dibujar Vigo, necesito una fotografía sin rostro ni camino, que sea todos los rostros y todos los caminos.