domingo, 13 de noviembre de 2016

South Park, Temporada 19: la tolerancia intolerante y el ascenso de Donald Trump


Tema de la Temporada: Reflexionar acerca de lo políticamente correcto y los movimientos sociales

CAPÍTULOS

1. Impresionante y valiente: (la paradoja moral de querer imponer la tolerancia)

2. ¿Dónde está mi país?(carrera a la presidencia de Donald Trump)

3. La ciudad que es parte del pueblo: (gentrificación de barrios y efectos en su población anterior)

4. No eres Yelp: (el poder de las críticas online de establecimientos)

5. Espacio Seguro: (los comentarios negativos en Internet)

6. Tweek y Craig: (la presión social sobre la orientación sexual)

7. Ninjas perversos: (relación entre una sociedad y su policía, y cómo ésta realiza el trabajo sucio)

8. Contenido Patrocinado(publicidad de Internet: contenido patrocinado, pop-ups, click-bait)

9. Verdad y Propaganda(Ídem)

10. La Justicia Final del Director PC: (conclusión)

Imprescindibles: Espacio Seguro, Tweek y Craig, Contenido Patrocinado.



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Justo antes de que finalice la temporada número 20 de South Park y podamos comprenderla en su totalidad, parece el momento perfecto para reflexionar sobre lo que nos dejó la anterior (T19, 2015).

Como pequeña introducción, decir que South Park -S.P. a partir de ahora- era aquella serie grotescamente animada, creada en 1997, sobre chistes de pedos y derivados; algo así como una Scary Movie hecha a mano, sin pudor ni presupuesto.

Pero realizó un trayecto contrario a The Simpsons: mientras éstos licuaban sus tramas e intenciones hasta convertirse en una marca blanca de lo que un día fueron; S.P. fue recubriendo su inicial irreverencia "porque sí" con una crítica cada vez más profunda y exacta del mundo moderno.

Desafortunadamente, mucha gente no ha podido olvidar ese prejuicio de "serie de cuatro niños que dicen tacos". En realidad, están a la misma distancia de Padre de Familia que de Black Mirror. Aunque en ocasiones sean torpes y se pasen de rosca en algunas bromas -no defiendo desde luego todo lo que hacen Trey y Mat Stone, creadores de la serie- es innegable que S.P., en sus derroteros actuales, desvela grandes conocimientos de política, periodismo y sociología por su parte, así como un singular talento para unir tramas teóricamente inconexas. Además, pocas series demuestran una preocupación tan sincera por lo que supone Internet en nuestras vidas. 

Pasando a la temporada decimonovena en sí, ya en el primer episodio se presenta algo que marcará acontecimientos venideros: la llegada de un nuevo director al colegio, llamado PC Principal. PC de Políticamente Correcto, claro. Lo cual causará grandes cambios en el pueblo más incorrecto y soez de la televisión.


El Director PC


T19 puede dividirse en tres partes: trilogía de introducción, en la que se presenta un nuevo escenario (fraternidad PCA, carrera política de Garrison, gentrificación de la zona sur); cuatro capítulos centrales sobre asuntos diferentes y autoconclusivos, pero enmarcados en el escenario ya dicho; y trilogía de desenlace.

En Impresionante y valiente y capítulos posteriores, no se critica a los objetivos progresistas -integración entre razas, respeto de la orientación e identidad sexual de cada uno, preocupación por los desfavorecidos-, sino cómo se están llevando a cabo: retos, peligros, carencias, paradojas e hipocresías.

Por ejemplo, ironizan sobre el haber formado las redes sociales un gran ejército que analiza concienzudamente el lenguaje en busca de erratas morales, fórmulas no intrusivas, etcétera; y cómo este trabajo puede resultar vacuo si luego descuidamos lo que sucede a nuestro alrededor. Es cómodo "movilizarse" escribiendo caracteres en un teclado, pero cuando la gentrificación empobrece a Kenny en La ciudad que es parte del pueblo, nadie se preocupa por ello. Otra importante crítica es la que hacen a la supercompensación: dar como bueno todo lo que haga alguien por pertenecer a un colectivo históricamente atacado. A este efecto, la coña recurrente de cierto personaje que se pasea todo el rato atropellando personajes random, y le aplauden porque es transgénero. 

Otro problema que plantean es que esta "imposición" de forma violenta de unos ideales, aunque éstos sean buenos, crea monstruos. ¿Cómo vas a fomentar la tolerancia si eres el más intolerante con los que no piensan como tú? Estas ironías se repiten constantemente; PC Principal dice que partirá las piernas a quien escribió "retrasado" en el periódico escolar, y no sabe dónde meterse cuando descubre que el culpable es un discapacitado.

Eric Cartman y Randy acogen la corrección política y los valores progresistas por moda y no porque realmente los sientan. PC Principal le mete una paliza a Cartman en el primer episodio. El orondo personaje -en ambos sentidos*- llevaba 18 temporadas siendo el personaje más incorrecto de todos: racista, antisemita, homofóbico, machista, egoísta, tramposo. Tras los golpes, reconoce haberse equivocado y que cambiará, pero Impresionante y valiente acaba con él diciendo en voz baja "voy a follarme a mi cachonda mujer". Conclusión: las ideas se deben introducir mediante el diálogo y la reflexión, no por la fuerza. 

Es más fácil ser respetuoso con la gente y empático respecto a los colectivos desfavorecidos cuando eres un universitario, pero debes darte cuenta de que otras personas quizás no tuvieran la formación y experiencias vitales necesarias. Al igual que comprendes a esas minorías que justamente defiendes, debes intentar ponerte en la piel de los "incorrectos", razonar por qué piensan como piensan, e intentar convencerles, con-vencer a su misoginia, su clasismo, su lo que sea, con las palabras exactas. Se trata de enseñar, no de imponer a ostiones o decretos, porque puedes acabar generando el efecto contrario. Lo cual, de hecho, ocurre en el capítulo dos, como explico abajo.


El segundo episodio pasó desapercibido para mí en su momento, desconocedor de la realidad americana, pero más vale tarde que nunca y me he dado cuenta de que es una genial explicación de cómo Donald Trump llegó a donde llegó. Quien ejerce el papel de Donald es Mr.Harrison, el profesor del colegio, que se enfada ante la gran cantidad de canadienses en su clase, símbolo de todo tipo de inmigración en S.P. Entonces Mr. Garrison, como alegoría cómica de las andanzas de Trump, inicia una hilarante campaña. Se presenta así a sus fieles: "Yo me mojaré y resolveré esta papeleta. Puede que no entienda de política, ni de políticas de inmigración, ni de leyes, ni de básicos conceptos ideológicos, pero coño entiendo que aquí hay un montón de canadienses y voy a hacer algo al respecto".

Atención a este discurso que dice en la serie un padre canadiense: "se presentaron varios candidatos a las elecciones. Uno de ellos era un payaso que decía lo que pensaba. No ofrecía ninguna solución, sólo decía barbaridades, nos parecía gracioso. Nadie pensaba que llegaría a presidente. Era una broma. Pero dejamos que la broma continuara, fue ganando fuerza y cuando dijimos -nah, ahora en serio: ¿a quién votamos para Presidente?-; ¡Ya estaba jurando el cargo!"  

La trama principal de ¿Dónde está mi país? se basa brillantemente en las amenazas de Trump de crear un muro en la frontera mexicana, y que lo paguen ellos. En esta parodia, cuando Trump (Mr. Garrison) llega, los canadienses ya habían construido el muro para que no entrara él, lo que desata su ira e intenta introducirse en el país a toda costa. Cuando lo consigue, está vacío y desolado porque lo gobierna otro inepto y racista como él. La reflexión es clara: cuidado a quién votáis, no vayáis a ser vosotros los que tengáis al final que cambiar de país. La democracia no es algo que tomarse a coña. Mr. Garrison basa su campaña en el y tú más, soltar burradas y gritar; y así consigue la aprobación del público.


El tercer episodio versa sobre la gentrificación, renovación de barrios depauperados. Es interesante su burla a la publicidad. Critica cómo estas maniobras pueden desplazar a la población inicial del barrio al elevar el coste de sus establecimientos; pero le falta algo de chispa. No obstante, el tema es interesante.

El cuarto, No eres Yelp, aunque es de los que ha obtenido puntuaciones más desfavorables, a mí me ha parecido necesario. Trata las críticas en Internet -Yelp- y cómo quienes las realizan les dan una importancia desmedida a su labor. Esta reflexión no es baladí para todos aquellos que dedicamos una gran parte de nuestro tiempo a hablar y aconsejar en las redes. Es un ejercicio de humildad irrenunciable. No somos líderes de opinión, ni tampoco imprescindibles. El padre de Kyle fumando en pipa y escribiendo críticas gastronómicas como si fueran sonetos, el policía que abandona su trabajo de calle para recomendar restaurantes a sus ciudadanos, son constructivas visiones de los blogeros, youtubers, etc. que existimos a patadas en Internet. No se nos debe subir a la cabeza: "en la vida no soy nadie pero en Internet me monto mis películas".

Quizás el imprescindible sea el quinto episodio, sobre la existencia de comentarios negativos en Internet y sus RRSS, y nuestro afán por eliminarlos. Éste es retratado como un problema "del primer mundo"; una preocupación estúpida y narcisista que no se soluciona borrando contenidos sino aceptándonos a nosotros mismos tal y como somos. Al compararla con la  pobreza de los países pobres,  ponen el acento en la verdadera -nimia- importancia del asunto.




 No se puede escapar de la realidad, que aparece como personaje -con bigote de malvado, of course, porque la realidad es cruel-. Ésta deja dos sentencias de muerte para la hipocresía mundial:  "¿qué maravilla de gala benéfica. Os sentiréis bien con vosotros mismos. Habéis recaudado doscientos dólares gastando medio millón en solomillos y copas de cristal? " es una mirada sobresaliente a la falsa caridad de tantos magnates y celebridades, que donan inmundicias de cara a la galería, simplemente para quedar como honrados ante la "plebe".

Otra muy buena es "Vin Deasel: dices que meterse con la gordura está mal y enseñas los abdominales. Eres tú el que acompleja a los gordos." Y es que, más daño que los comentarios negativos, hacen los filtros y miles de posturas, que ya utiliza cualquier hijo/a de vecino. Es sumamente hipócrita defender que no podemos ser perfectos y luego disimular la barriga, utilizar la mejor foto de cincuenta e introducir con disimulo todo tipo de arreglos y añadidos. Esa falsa belleza puede llegar a ser más nociva y peligrosa que cualquier improperio que se nos pueda ocurrir. La única manera de normalizar la imperfección de los demás es asumir y mostrar la propia. Al final del episodio, ahorcan a Mr. Realidad en la plaza del pueblo. La simbología con la sociedad actual queda patente.

Este capítulo y el siguiente suponen el cénit creativo. Después intentan -pero no consiguen- alcanzar de nuevo ese nivel. Y es que Tweek y Craig es uno de los capítulos más emotivos de la serie, y su estructura narrativa, alternada con fan-arts, genial.

La creación, por parte de unas niñas orientales, de pinturas y cuadros centrados en estos dos compañeros de clase -Tweek y Craig- manteniendo relaciones, hace dudar sobre su sexualidad a todo el pueblo. Esto creará una serie de conflictos entre ambos amigos, y las -en general- buenas intenciones integradoras de los habitantes de South Park acabarán siendo perniciosas, al meterse en la vida de los chicos.

Paralelamente, se da una línea argumental surrealista con Eric Carman y su Cupido (¿?), que me veo incapaz de descifrar habría que preguntarle a Freud. El capítulo termina sin que sepamos si finalmente los protagonistas son gays o no; lo que entiendo como un alegato en defensa de que el siguiente paso, una vez se supere la homofobia, es no realizar discriminaciones negativas ni positivas, tratar a las personas sin importarnos de forma crítica esta parte de su identidad, ni reducirlas a ella, pues una persona es una entidad compleja, mucho más rica que sus conductas sexuales, y no nos compete etiquetar y simplificar en base a ellas. Esa sería la verdadera normalización, lo demás es un esfuerzo -ya he utilizado esta expresión, pero no se me ocurre otra- de cara a la galería, como el que realiza el padre de Craig.



Tras estas dos gemas, la siguiente entrega, Ninjas Perversos, puede resultar algo más floja, aunque no le falta profundidad. De hecho, plantea el tema de cómo la policía está en numerosas ocasiones en el punto de mira, sin darnos cuenta de que realizan un trabajo tan difícil como necesario. South Park no defiende todas sus actuaciones (muchas veces les dibuja como paletos de gatillo fácil, y en este capítulo también), pero por una vez les da un tratamiento más humano, desde su punto de vista. Porque al final muchas veces se limitan a cumplir órdenes y cargar con las culpas, como ocurre en el episodio, de un estilo tan clásico en la serie: niños jugando inocentemente -más o menos-, y adultos metiéndose por el medio y empeorándolo todo.

Precisamente esto es lo que glorifica a la serie a lo largo de los años: cómo ataca y defiende todo, sin preocuparle lo más mínimo el qué dirán. Aunque quizás lo más trascendente de Ninjas Perversos sea cómo la broma del ISIS ha sido censurada por Comedy Central, demostrando el gran poder de la organización, cimentado en el terror. 
Sobre los tres últimos episodios, que tratan a fondo la compleja situación del periodismo actual y la publicidad viral en Internet, hablaré en una entrada aparte que subiré para la semana.


NOTA: 8,5



*Orondo significa tanto gordo como un calificativo para quien se siente muy orgulloso de sí mismo

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