jueves, 17 de noviembre de 2016

La robotización del periodismo, parte 2/2






 ¿Qué es el periodismo robotizado?

Las nuevas tecnologías han revolucionado las rutinas periodísticas. Podríamos afirmar que el salto del formato impreso al digital ha pillado por sorpresa a muchos profesionales de la comunicación, todavía incapaces de adaptarse del todo a un medio en constante cambio.

La forma de comunicar ha cambiado drásticamente con la aparición de nuevas herramientas y emisores a través de Internet. Además, la accesibilidad y variedad de información ha provocado que se vuelva indispensable la rapidez e inmediatez en las redacciones de cualquier medio de comunicación.

La relación con el lector también ha cambiado, ahora es bi-direccional y supone un mayor grado de retroalimentación. El consumidor de noticias se convierte además, en un transmisor de las mismas a través de redes sociales; de hecho ya no se le llama consumidor sino prosumidor: ése que aporta contenido a las informaciones que visita.

En este contexto, el periodista aún está tratando de aclimatarse al nuevo entorno en el que se  mueve y por ello algunos medios de comunicación están adaptando de forma experimental su contenido a las necesidades de la Web. En muchos casos, el progreso tecnológico ha desbordado esta adaptación gradual que pudiera tener la labor periodística en Internet. Han aparecido mecanismos y herramientas que, al mismo tiempo que facilitan el trabajo del periodista digital pueden llegar a perjudicarlo e incluso sustituirlo.

En los últimos años cada vez tiene más importancia la investigación en el campo de sistemas de inteligencia artificial. En concreto, en relación con el periodismo nace el “periodismo robotizado”. Es decir, la aparición de bots / robots que son capaces de generar, modificar y compartir información de una forma asombrosamente rápida y autónoma en la Web.

En la literatura ya se especulaba con sistemas robotizados que llegaran a sustituir la labor que lleva a cabo el periodista. Isaac Asimov planteaba en su novela Preludio a la Fundación la sustitución del periodista por un robot inteligente. Este fenómeno cobra más sentido en el actual entorno digital.

Las predicciones se han cumplido, abriéndose un sinfín de posibilidades con la aparición de robots programados de tal forma que pueden enfrentarse a la redacción y elaboración de noticias en Red.

Evolución y futuro del periodismo robotizado

El robot periodista nace de conceptos planteados por empresas como Narrative Science, aplicados en conocidos medios de comunicación como Forbes. Esta organización inventó en 2010 “Quill”, una plataforma de generación de lenguaje natural impulsado por Inteligencia Artificial. A partir de datos de entornos financieros, el programa es capaz de generar artículos adecuados y afines al lector. 

Los movimientos financieros donde se barajan gran cantidad de datos y estadísticas son uno de los espacios en los que más se ha potenciado el periodismo robotizado. A pesar de ello, estos mecanismos robot han ido poco a poco colonizando la elaboración de otras secciones. Es el caso de la información meteorológica o la deportiva.

Por lo pronto, la robótica en el periodismo está limitada a este tipo de entornos de una forma simple pero, sin lugar a dudas, eficaz.Sin embargo, algunos pronósticos afirman que en un futuro un 90 % de las notas y noticias serán redactadas por robots capaces de dar un estilo propio y personalizado a la información en cualquiera de los campos.



Ventajas e inconvenientes de la aparición de la robótica en el periodismo

Son muchos los casos en los que el uso de robots en los medios de comunicación digitales han supuesto un aumento de la eficacia y rentabilidad en la producción de noticias. Los robots producen, trabajan e informan mucho más rápido que cualquier periodista. Por ello, pueden llegar a resultar más rentables para las empresas de la comunicación.

Es el ejemplo de la agencia de noticias Associated Press que en 2014 decidió que automatizaría la redacción de todas sus notas. Ha pasado de unas 300 noticias escritas al trimestre por periodistas a alrededor de 4.400 redactadas por robots.

Además, lejos de presentar una información previsiblemente automatizada e impersonal, los robots analizan los datos encontrando patrones que se adecuan a las necesidades del lector. Aparecen la plataforma Wordsmith (Ws) o Narrative Science (NS), especialistas en conseguir estos resultados. 

Del mismo modo, la productividad es superior. Un claro ejemplo es el del colaborador sueco de Wikipedia Sverker Johansson, quien asombrosamente firma como autor de unos 10.000 artículos diarios. Todo ello es gracias a “Lsjbot”, un software creado por el sueco que contrasta información en varios puntos web para después volcarlo todo en sus artículos. En los últimos siete años Johansson tiene la autoría de 2,7 millones de entradas de la Wikipedia. Lo cierto es que la mayor parte de la información de la famosa enciclopedia online ha sido elaborada por programas informáticos.También The Guardian se ha sumado a esta iniciativa y en 2014 lanzó una revista impresa hecha al cien por cien por robots.

Ante este aluvión de cambios y avances tecnológicos, los grandes damnificados son los periodistas. A largo plazo, parece que su trabajo va a ser sustituido por una máquina. Si mantenemos una hipótesis de coexistencia entre las nuevas herramientas de la web y el periodista, este último ha de crear un contenido diferenciable y exclusivo con tal de no desaparecer. El periodista tiene que generar valor y dotar de personalidad a la información con tal de no ser relegado a un segundo plano. Paradójicamente, el robot periodista se convierte en un caso más de intrusismo laboral impulsado por los mismos medios de comunicación en un afán meramente lucrativo que puede derivar en una mala praxis de la labor periodística.

 Conclusiones

Según la propia Wikipedia, símbolo clave del fenómeno de construcción de contenido en red, los robots a lo largo de la historia han levantado recelos entre la población por la posibilidad de que dejaran de seguir nuestras órdenes o fallasen gravemente en sus procesos. Lo paradójico es que esto, que leemos en sus páginas, como se ha comentado en la parte central de este trabajo, seguramente lo escribiera un robot.

Pero, siendo honestos, cualquier cambio sustancial en las líneas de actuación de la sociedad humana ha sido siempre vista en sus inicios con recelo, y luego normalizada o no. De hecho, la propia Wikipedia aún sigue siendo de mal gusto para muchos académicos, como un contenedor de los falso, cuando puede ser corregida fácil y rápidamente por millones de personas, cosa que no ocurre con otro tipo de contenidos. Pero esta interconectividad, positiva en unos casos, la expone a tratamientos como el trolleo, y temporalmente podemos ver entradas diciendo que Vigo está en Portugal.  

Está por ver si la robotización será positiva o negativa en los diversos ámbitos. En este trabajo, precisamente hemos intentado responder a esta pregunta en lo que a el periodismo se refiere. Quizás lo que ocurra es que da vértigo pensar que el avance de estos mecanismos, para bien o para mal, es imparable. Pero debemos retroceder a aquellas definiciones valencianas de robot:  màquina que fa automàticament algun treball”, e incluso  “home automàtic”.

¿No es acaso ese periodista que capta toda su información de los gabinetes de prensa, que permite que los políticos se escondan, que sólo copia y pega la información de las agencias, el peor de los robots? Dejemos que nos ayuden en aquello llamado “data journalism”, y vigilemos constantemente, permanezcamos alerta, analicemos con reflexión crítica la cada vez más compleja realidad del mundo. Ésta siempre ha sido y será la labor del periodista.


Ballester Soriano, Jordi
Pawlikowska, Zuzanna

Martínez Martínez, Enrique

Fotografías extraídas de Wikimedia Commons



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