lunes, 29 de mayo de 2017

The Stone Roses: The Stone Roses


Crítica musical
Grupo: The Stone Roses
Disco: The Stone Roses 
Género: pop, rock, "Madchester"
Año: 1989


Sí, no me he equivocado con el título: el primer disco de los Stone Roses fue homónimo. Está considerado como uno de los mejores debuts de la historia de la música popular, pero éso me parece irrelevante. Prefiero pensarlo como una obra maestra, sin más.

 Porque podría haber salido antes su punky Garage Flower, sólo que Ian, Squire y compañía decidieron que no era lo suficientemente bueno, ni por canciones ni por producción, así que dejaron que la flor marchitase en el garage, y se convirtiera en objeto de coleccionista muchos años más tarde.



En directo

Esta historia (la de este disco, la de The Stone Roses, o quizás la del britpop entero) comienza con "I Wanna Be Adored", la cuál, aún sabiéndola favorita de muchos fans del grupo, a mí siempre me ha parecido más un manifiesto que una canción, perfecto para dar paso al resto de temas pero sin demasiado peso propio. 

Luego llega "She Bangs The Drums" (con ÉSA línea de bajo), dulce como un tarro de miel. Continúa expresándose un grupo que (antes de verse superado por las circunstancias) dijo que superaría a los Beatles: "The past was yours/ but the future is mine/ you´re all out of time". Que sea una canción de amor no les impide proclamar su supremacía pop.

Se acerca "Waterfall", más o menos eso, una cascada musical. Es tan buena que voy a llenar este post de fotos de cascadas. ¿A quién no le gustan?



Una cascada

Después le toca el turno a "Don´t Stop", que inicia la oleada de versiones del revés en la trayectoria del grupo, (sí, es la canción anterior con su parte instrumental dada la vuelta y una letra más o menos sin sentido).

Increíblemente, suena de vicio, ese primer minuto largo instrumental, su sensación de viaje astral o más bien lisérgico. Por suerte, o porque esta gente sabe lo que hace.

"Bye Bye Badman", otra alegre canción pop, esta vez sin demasiada miga, aunque remonte un poco el vuelo en sus últimos compases. La rareza "Elizabeth My Dear" es el juramiento acústico en susurros de derrocar a la reina, a la vez que homenajean a Simon and Garfunkel.

Le sigue la jovial aunque quizás algo genérica -para ellos- "(Song For My) Sugar Spun Sister"; unos minutos más tarde el poderoso y nostálgico canto "Made Of Stone" vuelve a mirar directamente a las estrellas. Sometimes I... fantasize... when the streets are cold and lonely...



Otra cascada

"Shoot You Down", de natural sosegada, nos pone de buen rollito (si es que no lo habíamos estado en algún punto de este disco) antes de la esperada traca final.

Desde el segundo o tercer punteo sabes que "This Is The One" va a ser algo grande, una especie de comunión. Salta, cae, sube, baja, se eleva y Ian Brown canta: "This is the one/ oooh this is the ooone/ this is the one/ she´s waited for".

Pero llega la hora de la verdad, o, más concretamente, 8 minutos veintidós segundos de verdad. Quienes penséis que he exagerado dedicándole una entrada a este disco, sabed que podría haberle dedicado tres sólo a esta canción, con un título como para tatúarselo en el brazo, "I Am The Resurrection".

Casi diez minutos de discurso vitalista, giros de cintura que harían caerse al suelo a toda la defensa del Bayern de Múnich, parones húmedos; suspendiendo tu existencia durante unos segundos, elevándola a algo glorioso. Ese "porfa, cinco minutos máas" los días que no aparece despertar a un mundo de imperfecciones.





Yoruru, el antiguo gigante pirata con barba en forma de cascada (One Piece)


 De repente todo, todo es perfecto:

-La actitud de Ian Brown al micrófono, que demostró por penúltima vez que no hace falta tener una gran voz para ser LA voz, y que no son los cantantes de amplio registro y carne de concurso televisivo los que guían las generaciones, sino un puñado de visionarios con obsesión de brillar.

-La guitarra de John Squire, que era fan de Jackson Pollock, y diseñó la portada de este disco en homenaje al pintor. Por si no fuera suficiente con eso, aquí, en una de sus cimas expresivas y sinestésicas, su instrumento SUENA a Jackson Pollock, a exhuberancia creativa, virtuosismo libre y kilos de pintura sobre lienzo en blanco.

-La base rítmica de Reni (batería) y Mani (bajo), que no sólo son técnicamente perfectos, es que aportan con su groove y la maravillosa sonoridad de sus instrumentos en primer y segundo plano, conformando un todo sin fisuras.

Ya no importa si iban de flipados y les salió el tiro por la culata (apenas publicaron dos discos más), toda crítica se deshace y pierde su sentido ante un tótem sonoro así, aunque sólo hubieran conseguido uno en toda su carrera. Pero hubo más...

El debut de Stone Roses, debates y consideraciones aparte, es un disco increíblemente alegre, que cura tristezas casi treinta años despúes. Ah, y sin ellos Oasis habrían sido muy distintos o no habrían sido.


Una de esas canciones que hay que escuchar antes de morir


I Wanna Be Adored: 8,9
She Bangs The Drums: 9
Waterfall: 9,5
Don´t Stop: 9,1

Bye Bye Badman: 8,3
Elizabeth My Dear: -
(Song For My) Sugar Spun Sister: 8,5
Made Of Stone: 9,3

Shoot You Down: 8,4
This Is The One: 9,2
I Am The Resurrection: 9,8

NOTA: 9,4

Para ver más discos y obras comentadas

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Fotografías extraídas de Photopin:

 Travicted Photography: Chorros de la Calera

 Avasic: Knin (Croacia)

viernes, 26 de mayo de 2017

Kyuss: Welcome To Sky Valley


CRÍTICA MUSICAL

Disco: Welcome to Sky Valley
Grupo: Kyuss
Estilo: Stoner rock/ Desert rock
Duración: 51 minutos 52 segundos
Año de publicación: 1994

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Hoy toca hablar de música. En un mundo ideal, al preguntar a tus colegas por Kyuss, no se imaginarían a nadie pintado de gato, sino a los señores del desierto y de temazos como "Asteroid" o "Conan Troutman".

En el que nos tocado vivir, triunfa la estética: unos vencieron vestidos como demonios y otros fracasaron, pese a sonar como las calderas del infierno. La dicotomía Kiss/ Kyuss es una reveladora muestra de cómo llega más lejos el márketing que la calidad sin aditivos. 

Y es lógico: un maquillaje entra por los ojos a la primera, pero quizás exija algo más de tiempo y esfuerzo darnos cuenta de que Welcome To Sky Valley es una infravalorada obra maestra del rock; con ese sonido crujiente a lo cereales del desayuno, sus giros de guión inesperados, tantas paradas y acelerones para sacarnos de la vía en la primera curva y caer ladera abajo.


El estilo de Welcome To Sky Valley

El stoner rock, aquel árido subgénero, nace y muere aquí: nace, porque es un manual de estilo perfecto, preciso y variado; muere, porque después de esto todos los demás grupos de la escena te van a sonar un poco a cartón piedra. Lo siento, Fu Manchu.

Siempre he pensado que el stoner y el grunge son, en cuanto a lo instrumental, prácticamente lo mismo, pero se diferencian en cuanto a la expresión de emociones.

El grunge busca superar el dolor mediante intensas catarsis (pensemos en ese Cobain echando las tripas) y el stoner es más impersonal, importando más el intento de sonar únicos, potentes y compactos que el puro sentimiento. Y mucho menos el sentimiento puro, que aquí nadie es santo.

En el arte del CD incluyeron la aclaración "listen without distraction". Va a estar difícil, en el siglo XXI. Intenta no escuchar este álbum mientras ves la televisión, tuiteas alguna estupidez que ha dicho un famoso, navegas con la tableta y cenas ensalada. Sólo cierra los ojos, túmbate y espera. 



Lo que ha unido Internet, que no lo separe nadie: Space Cadet, la canción más pausada del disco; junto a imágenes del documental "Home"(2009) de Yann Arthus Bertrand


El otro día estuvo de cumpleaños Josh Homme, guitarrista de Kyuss hasta su seperación por falta de éxito, y decidieron celebrarlo en Rock Fm. Así que preguntaron a un oyente de cuál de sus proyectos querría escuchar una canción.

Qué sorpresa, escogió el más famoso de todos, Queens of the Stone Age. Y para más inri, justo después decidió radiar... ¡sorpresa, una de las dos únicas canciones del grupo que ponen por la radio! (No recuerdo si era "No One Knows" o "Go With the Flow"). 

Es algo que me escama. Hay emisoras, sobre todo de música pop, que sólo ponen las 30 canciones de moda. Y luego, cuando de tal hora a tal hora le dejan a sus oyentes escoger el tema que prefieren escuchar o dedicar, ¡resulta que elige una de esas mismas 30 canciones que están poniendo todo el puñetero día en esa cadena! ¿No podía esperar veinte minutos? 

Quiero pensar que lo que ocurre es que, aunque los locutores le den la apariencia de elección libre, abierta y en directo, en realidad sólo dan a escoger entre una pequeña lista. Porque, ¿alguna vez habéis visto pedir a alguien una canción de rap en los 40 Principales, o que al menos se saliese de la radiofórmula?

Conclusión

En fin, que a pesar de que estemos en el desierto me estoy yendo por las ramas.

Hay discos que son un lugar (Loveless; Slanted and Enchantedy otros que más bien parecen un trayecto: aquí incluyo a la obra que estoy reseñando, o al tan disfrutable como impronunciable Lift your Skinny Fists Like Antennas to Heaven.

Volviendo al Welcome To Sky Valley, es un disco profundo, hermoso e inteligente: por momentos quien lo escucha tiene la sensación de que están jugando con su mente, que algunos pasajes son deliberadamente intrincados o las notas suenan no a destiempo, sino en un tiempo "nuevo", brutal el final de "Supa Scoopa and Mighty Scoop". En eso, recuerda al mítico Spiderland de Slint; y en la maravillosa unidad de su sonido a lo largo de tres cuartos de hora, a un monolito como los de la aún más mítica 2001: Una Odisea del Espacio, claro.



Gardenia: 9
Asteroid: 9,5
Supa Scoopa and Mighty Scoop: 9,6

100º: 8,2
Space Cadet: 8,8
Demon Cleaner: 8,6
Odyssey: 8,8

Conan Troutman: 8,7
N.O.: 8
Whitewater; 8,8

Lick Doo: - (tema oculto, como estaba de moda en los 90; 
muy original y gracioso)

NOTA: 9,2

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Para leer más críticas

sábado, 20 de mayo de 2017

Umberto Eco y sus diez denuncias al periodismo moderno en Número Cero



Libro: Número Cero
Autor: Umberto Eco
Año de publicación: 2015
Número de páginas: Cien
Género: Novela satírica, periodismo, histórica


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La última novela que Umberto Eco escribió en vida se puede leer en un solo día gracias a sus algo menos de cien páginas de extensión, aunque la lectura, deliciosa en sus referencias periodísticas, pueda hacerse algo farragosa en algunos momentos, como las interminables elucubraciones de un personaje conspiranoico llamado Braggadocio. 

Quizás Eco, en determinados parajes, peque de mostrar su propia erudición por encima de la consistencia del relato, como cuando dedica una décima parte de su novela a tratar la muerte de Mussolini, o al hablar de música, las órdenes de caballeros...

Se debe considerar un fracasado, debido a las palabras de Colonna, quien ejerce de narrador en primera persona: “Los perdedores tienen siempre conocimientos más bastos que los ganadores. Si quieres ganar tienes que saber una cosa y no perder el tiempo en sabértelas todas; el placer de la erudición está reservado a los perdedores. Cuanto más sabe uno, es que peor le han ido las cosas.”

Por supuesto, lo mejor de esta obra son la ironía y la crítica a las farsas e hipocresías. Tanto en el mundo de la literatura, más superficialmente: “le hice de negro (o ghost writer como dicen por esos mundos, para ser políticamente correctos) a un autor de novelas policiacas, el cual a su vez, para vender, firmaba con un nombre americano”; como sobretodo al periodismo, que se dirige a un hipotético lector menor de edad en lugar de intentar elevar la cultura y conocimiento de las masas.

Por supuesto, también hay un gusto por el lenguaje bello y la reflexión general literaria: “desandar”, “el miedo a morir infunde aliento a los recuerdos”, “todo ideales y nada de ideas”.

Pero volviendo al hilo principal, lo que nos atañe es esa feroz sátira de la profesión periodística, en diez puntos:

1) Perpetuar los errores, porque es lo más cómodo: Los miembros del periódico que protagoniza esta ficción saben que el ojo del huracán es su único punto tranquilo, pero lo utilizan como sinónimo de caos y destrucción, porque saben que el público piensa así.
Lo llaman “hablar el lenguaje del lector”. 

Aunque podríamos reflexionar sobre cómo se forma así, a partir de confusiones, nuestro lenguaje. Llega un punto en que un error se extiende tanto que se vuelve norma. 
Es un caso parecido el de palabras extranjeras como mánager, que tienen equivalente castellano, pero como se utiliza igualmente el término foráneo (por prejuicios positivos, suponemos), pues acaba introduciéndose una palabra innecesaria en nuestro diccionario.

2) Falta de revisión: Reconocen que “ahora los periódicos tienen ya demasiadas páginas, nadie puede releérselos antes de imprimir.”

3) Pérdida de relevancia: Podemos imaginar lo que ocurrió cuando aparecieron la televisión o la radio. Al principio, para conocer lo acontecido en una mañana X, tenías que esperar al periódico de la mañana siguiente, si ocurría a la noche, quizás tuvieras que comprar el de dos días después. Cuando llega la TV, ocurre algo a la tarde y si es relevante puede aparecer ya en el telediario de la noche, sin necesidad de esperar a un periódico que relatará cosas sabidas.

Pues esta lentitud se vuelve crónica con la aparición de Internet. Siempre han ocurrido cosas las veinticuatro horas del día, pero sólo desde ahora podemos enterarnos las veinticuatro horas del día de cosas que han ocurrido en cualquier punto, sin interrupción alguna. La hora de cierre ha desaparecido con Internet, la jornada del periodista es virtualmente infinita.

 Los periódicos, en la época de Internet, SIEMPRE llegarán tarde, porque cinco minutos después ya lo es; lo que tarda en imprimirse (o contrastar información): tarde. Ningún periódico puede basar su estrategia publicitaria en la novedad, aquel niño con un traje tres tallas más grande y sombrerete gritando por las calles de Londres “¡Noticias frescas! ¡Noticias frescas!”.

Sólo la calidad puede salvar a los periódicos de la intrascendencia, en un punto medio entre la instantaneidad de la esfera virtual (donde acontece la verdadera actualidad) y la eternidad de los buenos libros. Se dice en Número Cero: “Ahora nos enteramos de las noticias del día con el telediario de la cena, lo que significa que los periódicos nos cuentan lo que ya sabemos, y por eso venden cada vez menos. El destino de un diario es parecerse a un seminario”.

4) Relacionar noticias para introducir terceras ideas subliminales en la mente del lector: Por ejemplo, los periodistas de esta novela reconocen cómo mezclan una noticia de los burdeles cerrados con otra de tristeza y abandono, en el intento de crear la asociación de que cuando los prostíbulos estaban abiertos la ciudad florecía y todos eran más felices.

Se supone que los periódicos deberían dedicarse a establecer ideas en la mente de sus públicos de manera que los lectores se puedan enterar de ello, no a sus espaldas.

Por ejemplo, poniendo el caso del periodismo deportivo, no es lo mismo una noticia o una columna de opinión en Marca “El Real Madrid muestra las carencias del Barcelona”, tú ya sabes de antemano lo que te puedes encontrar; con poner un artículo de los vómitos de Messi al lado de otro de un deportista dopado, creando asociaciones inesperadas en la audiencia; quizás ese mismo lector escriba en un foro unos días después: “Messi es un hormonado”, sin darse cuenta de que ese pensamiento, en parte, ha sido inducido.

5) Contribuír a la desinformación, sobreinformación e “infoxicación”: Dice el editor que “los periódicos no están hechos para difundir sino para encubrir noticias”. ¿Son a veces los periódicos una “manta” o un telón que aparta nuestros ojos de lo realmente importante mientras nos preocupa por incidentes cotidianos, catástrofes pequeños y tragedias de patio, mientras nos roban y exterminan/ exterminamos en masa?


6) Definir la realidad social: “La gente al principio no sabe qué tendencia tiene, luego nosotros se lo decimos y entonces la gente se da cuenta de que la tiene”.

Se necesita una gran capacidad reflexiva para darse cuenta de cómo el entramado periodístico, educativo, cultural y social inserta opiniones y puntos de vista en nosotros; y cómo este mismo conglomerado, así como los poderes económicos, políticos y de influencia ejercen la misma actuación en los medios de comunicación. 

Nuestro pensamiento no es libre, sino que se basa en unos caudales de conocimiento que tenemos que dar por ciertos para avanzar, pero pueden serlo o no.

7) Para rebatir una actuación, no es necesario probar lo contrario, basta con deslegitimar al acusador: Es la llamada falacia ad hominem, deslegitimar una afirmación por quién la dice, no por lo que es. Se utiliza muchísimo en política y al hablar sobre deporte.

Si un antiguo ministro reflexiona sobre una acción política actual, la mayoría de personas van a valorar el consejo o crítica en función de su animadversión o no por ese líder político, en lugar de analizar de forma objetiva el contenido de su declaración (exige mucho más esfuerzo intelectual). Se le contestará aludiendo a su historial, sus ideas y fracasos.

8) Dirigirse a un público embrutecido e infantil: “Nosotros tenemos que pensar en lectores que todavía le tienen miedo a las palabrotas” dice Simei, el editor del periódico. Un periódico debería intentar elevar en la medida de lo posible la cultura general, pero eso supone un esfuerzo.

 Lo más fácil es apelar a lo que todos los seres humanos tenemos en común, que no es el gusto por los impresionistas franceses o la preocupación social sino los impulsos sexuales, la necesidad del amor, la curiosidad morbosa. También dijo Simei: “Schadenfreude, regodearse de la mala suerte ajena. Es éste el sentimiento que un periódico tiene que respetar y alimentar.” 

9) Preocuparse por no enemistarse con nadie (en especial los patrocinadores): Un periódico no puede echar a andar con miedo a ganarse alguna enemistad. Se supone que el periodismo es un cuarto poder, de control y denuncia. Lo extraño sería un periódico que nunca pusiera sobre la mesa ningún conflicto.

10) Inclusión a toda costa del punto de vista: Es bien sabida la obligación de separar información de opinión, pero en Número Cero se explica cómo se pueden utilizar las declaraciones para transmitir al público y expandir socialmente la idea exacta que queremos, como un virus.

Pongamos que sobre un suceso –por ejemplo, la rotura de un estadio- quiere establecerse una culpa política sobre un determinado partido. El periódico puede crear una columna de opinión, pero ésta no será seguida a pies puntillas como un hecho, pues el lector, al leer OPINIÓN, como si pusiera PUBLIRREPORTAJE, se hace menos sensible a dejarse influir por lo que lee, el aviso le proporciona por momentos una postura más crítica.

Entonces, lo que tiene que hacer el periodista es añadir declaraciones. No sólo una, pues dónde quedaría la pluralidad. Pero en vez de plasmar el punto de vista deseado y el contrario, se escoge uno intrascendente para darle toda la fuerza el otro. Es decir: “qué desgracia, se ha destrozado el estadio, que Dios nos libre de algo así, yo lo vi y fue terrible” y “creo que el partido al cargo del ayuntamiento debería tomar medidas”.

***

Por último, y aunque todas estas reflexiones y enseñanzas de qué no hacer hayan sido muy interesantes, he notado a Eco un tanto “fuera de forma”, en ese final paranoico (dicen que no irán a EEUU porque como matan a presidentes, es peligroso), la decepcionante conclusión final del protagonista, o esa sensación de que algunos capítulos son retales que no acaban de incrustarse en una novela que cuenta con pedazos de romanticismo, periodismo e historia que no dan sensación de unidad.

Para leer sobre más obras valoradas 

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Fotografía extraída de Photopin: Ed Visoso, "Un rato libre"


jueves, 18 de mayo de 2017

Your Name


Título de la película; Your Name
Director: Makoto Shinkai
Género: Animación, aventuras, romántica, aventuras
Año: 2016
Duración: 106 minutos


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En ocasiones pienso que en Japón se siente más profundamente. Una vez compré un cómic japonés de terror, y cuando por norma general "me río" de las películas de miedo europeas y americanas, apenas pude cenar esa noche tras leerlo de una tacada, como si tuviera el demonio dentro. Algo parecido me ha ocurrido al ver Your Name, una película tan romántica y emocional que puede hacerse cuesta arriba, sobre todo al espectador europeo, acostumbrado a películas mucho más superficiales.

En el apartado técnico es perfecta, tanto por su animación colorida y detallista como por la banda sonora, cuya letra bien mereció forzar un poco mis ojos algo miopes. Aquí os dejo una parte de la BSO, para que podáis comprobarlo por vosotros mismos:


Pero volviendo a lo sentimental, es una película durísima, no porque sea especialmente trágica (podríamos hacer una comparación interesante con ver Titanic, por ejemplo); sino por la forma de hacer sentir al espectador. Las frustraciones, separaciones e imposibles duelen en esta película de animación casi tanto como en la vida misma. Piensas que quizás las cosas salgan mal, y ya no puedes soportar esa duda. 

En un sentido argumental, Your Name no me ha terminado de convencer, pero en cuanto a mimo en su creación y emoción del resultado, pocas películas pueden superarla; con sus canciones, su historia de amor paranormal y fenomenal y las metáforas trascendentes de ciencia ficción. Si no lloraste o te lloraron los ojos, es que no la viste. Discusiones aparte si merece haber sido la película de animación japonesa más taquillera de la historia.

NOTA: 7,8

Para más películas y obras comentadas


martes, 9 de mayo de 2017

El nuevo camino de la meditación: Radiohead a mínima velocidad


Radiohead, en concierto



Si hace unas semanas os hablaba de los covers 8-bit, también en una segunda parte, en esta ocasión os traigo las versiones lentas de un grupo en concreto, Radiohead. Ahora sus temas son ocho veces más largos, y es increíble cómo suena eso, trascendente, inhumano, invitando a cerrar los ojos y dejarse llevar. 

 Traigo canciones de cuatro de sus discos más emblemáticos, Ok Computer, Amnesiac, In Rainbows y el reciente A Moon Shaped Pool. Os adjunto tanto la versión original como la ralentizada.

 La combinación de ambas (dejando en bucle la estándar, opción que aparece al hacer click sobre el vídeo empezado) es una gran experiencia que querría que experimentárais; y, además, algunos de los videoclips originales son verdaderas joyas. Comencemos.


No Surprises (Ok Computer, 1997)


Hablando de videoclips, creo no haber visto jamás uno mejor que éste. Las luces del principio, la aparición de Thom Yorke, líder del grupo, en una especie de estructura artificial, cómo comienza a ahogarse poco a poco. Una metáfora perfecta para un disco que parece de otro planeta hasta que lo asimilas e interiorizas: los punteos, las atmósferas opresivas y melancólicas. 

La versión "slow", pese a que pierde toda conexión con la realidad, descubre parajes preciosos. No cuesta nada imaginarla como banda sonora de una película, o incluso música clásica; cuando de entrada parecía una canción pop bastante simple. Esto, por supuesto, pone en valor su calidad. 30 minutos de belleza que se dejan escuchar separadamente sin problemas.


Las asfixias del cambio de siglo


Pyramid Song (Amnesiac, 2001)

Pyramid Song fue uno de los aciertos del, según yo lo veo, mayor tesoro que Radiohead dejaron a sus fans, Amnesiac. Porque la mayoría conocíamos Ok Computer desde el inicio, pero no sospechábamos que una supuesta colección de descartes de Kid A pudiese ser una absoluta maravilla. La versión lenta parece un lamento a través de las estrellas, un grito desde el pasado.


Radiohead separándose de las guitarras y abrazando lo desconocido


Reckoner (In Rainbows, 2007)

Reckoner es una rareza en la discografía del grupo de Oxford. No porque sea buenísima, que lo es, sino por su sonido "alegre", o al menos esperanzador. La lenta suena desgarradora y casi mágica. Juntas, son invencibles.


Radiohead, una de las mayores construcciones de la música contemporánea


Daydreaming (A Moon Shaped Pool, 2016)

La representante de su último disco. El videoclip, dirigido por Paul Thomas Anderson, es una genial persecución a un andrajoso Yorke (que no disimula los síntimas de la vejez, ni su cojera) a través de un laberinto de vidas y rutinas. Merece la pena verlo.


Un mal sueño

lunes, 8 de mayo de 2017

La maldad



¿Por qué debemos actuar bien? Cuando eres pequeño lo haces en busca de una piruleta, pero con el tiempo te das cuenta de que la realidad es bastante más dura e intransigente que tus padres, y los esfuerzos no tienen por qué verse recompensados. 

La justicia, realmente, es sólo un ideal inventado por seres empáticos o envidiosos, que se dieron cuenta de que unos pasaban por más penurias que otros. Quiero decir, hay que buscarla, porque eso nos distingue de las bestias, pero no te extrañes si no puedes encuentrarla: es que no existe.

He empezado a valorar las buenas acciones ya no sólo porque sean beneficiosas para todos, sino por la dificultad que conlleva intentar ser honrado, cuando la maldad es sencillísima. Cualquiera puede taparse los oídos, cerrarse a lo ajeno y practicarla. No tiene ningún mérito mirar a otro y ver sólo un pastiche de cane, vértices, arrugas, miedos y motivaciones que no importan. 

En algún punto a esta parte he intentado hacer las cosas bien y raras veces lo he conseguido. Pero en lo malvado casi siempre triunfas. Si quieres directamente aniquilar a alguien, eso es fácil, todos somos débiles y si nos tocan en el lugar exacto o sin tocarnos, nos desmontamos.

Se nota bastante que hemos nacido para hacer daño, estamos diseñados para ello desde los puños hasta las puntas de los pies. Los malos han ganado en el pasado y ahora ya es tarde para vencerlos, porque son nuestros tatarabuelos y la sangre que corre por estas venas.

Dar la vida a alguien exige tres trimestres, quitarla un segundo y un empujón. Traumatizar está al alcance de cualquier descerebrado, puede hacerlo incluso sin pensar, en un breve instante o varios episodios; y quizás ni un ejército de sabios a jornada completa pueda curar esa herida.

Todos somos algo religiosos, y a mí me interesan los milagros y su hermano menor, que son las cosas muy difíciles. Así que seguiré buscando la bondad en mis acciones, y me esforzaré, sólo por mi fascinación por lo extraño, lo no causal, no saber si es onda o partícula o estás haciendo lo que debes o destrozando cuanto quieres [...]

Fotografía extraída de Photopin

domingo, 7 de mayo de 2017

Charles Bukowski: Hijo de Satanás



Libro: Hijo de Satanás
Autor: Charles Bukowski
Género: relatos cortos (21)
Año de publicación: 1993
Número de páginas aprox: 200

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Los relatos de Charles Bukowski son incómodos de leer porque la vida es incómoda de vivir. Cuenta las experiencias de borrachos, deportistas, escritores y asesinos (no son categorías excluyentes) en un mundo hostil e irónico, casi gracioso, como un escupitajo.

A sabiendas de lo irresoluble de sus problemas, recurren a la bebida para olvidarlos. Aquí yace un ser humano diminuto, cuya inconsciencia e indolencia han marcado su destino hace tiempo: todo está perdido.

El sexo y la violencia se expanden y nunca diluyen, es una espiral en cadena y se han olvidado de tirar de ella: el padre pega al hijo que casi mata al otro niño; la camarera insulta a un pordiosero porque la desprecian a ella.

Vidas-laberinto de botellas, fracasos y tragedias. Una mancha de sarna aumentando en círculos concéntricos, escrita en una prosa tan directamente soez que sólo firmaría un sinvergüenza.

Sobrio o soberbio, aunque algunos relatos no tengan demasiado en especial, Bukowski consigue siempre la atención del lector y también nos deja composiciones meritorias, como la surrealista Hacia arriba sin alas o La vida de un vagabundo. 

De la última citada, es memorable su crítica al abandono social y el olvido de los veteranos de guerra. Marcha exultante un tropel de soldados montados en un camión, y al encontrarse al vagabundo protagonista de la historia, le increpan por su condición de desamparo, dando por hecho que se trata de un vago y un maleante.

Pero allí hay otro vagabundo que les dice que se lo dejen a él, que le revienta, pues luchó en la segunda guerra mundial. Entonces, las tropas le jalean. ¿Por qué los militares que van al frente  insultan a alguien sólo por ser un vagabundo? ¿Por qué sólo es un vagabundo, otro militar que ha vuelto de él? ¿La sociedad es una rueda injusta que se aprovecha de nosotros, nos va tragando?

Destaca a lo largo de los veintiún cuentos un estilo depurado y ágil que, lejos de evitar lo crudo y desagradable, intenta clavarse entre las rendijas de alguna cloaca.

No es una lectura para quien quiera encontrar el sentido de la vida (aquí nadie parece en disposición de acercarse), sino vivir oscuridades, ironías y castigos de dioses ocultos: la imbecilidad humana. Él narra lo inenarrable, quizás tú quieras oírlo.

Más obras

Fotografía extraída de Photopin: Photo- Orbe, Ecos en la oscuridad

miércoles, 3 de mayo de 2017

Tienen que volver los 8 bits (PARTE 2)



Tras la primera parte, donde explicaba cómo he "montado" un videojuego imaginario a partir de covers 8-bit de canciones míticas del rock y pop contemporáneo, continúo nuestro periplo espacial. No os enteraréis de nada si no habéis leído antes la entrada que le precede, y tampoco hace falta si no os place: limitaos a disfrutar de las canciones y la curiosidad.

Tras surcar las aguas heladas del planeta, llegas con tus compañeros a la capital submarina, sobre la fosa más profunda. Ya puedes ir a pie, pues la ciudad está cubierta por una gran burbuja indestructible que la separa del mar. 

Las alarmas se disparan y hay que pelear contra un ejército alienígena. Gran parte de los enemigos son venenosos. Por suerte, puedes elegir un arma nueva, El Neutralizador, que elimina la toxicidad de cada enemigo con un sólo disparo. ¡Si no, no podrás golpear con el puño sin perder vida! 

La ciudad está llena de luces que contrastan con la oscuridad reinante en el fondo del océano, a lo lejos divisas peces extraños y gigantescos. 


SEGUNDA FASE- NIVEL 2
 8- Dirty Boots (Sonic Youth)




De repente, tu compañero Mylo aparece muerto y no sabes quién ha sido. Recuerdas vuestro entrenamiento juntos cuando érais jóvenes, en el campo de pruebas. Es una fase de saltos a través de multitud de obstáculos, en plena naturaleza. Cuando terminas, vuelves a la realidad, y ha aparecido una gigantesca bestia marina que debes enfrentar (te mira con malos ojos).


 TERCERA FASE- NIVEL 2
9- Vapour Trail (Ride)

 
 
Las tonterías se han terminado. Escoge un arma (ninguna de las tres es verdaderamente efectiva; porque hace frío, no hay quien pare a este bicho y su veneno surge apenas sin cesar) y enfréntalo. Después de una cruenta batalla, habrás perecido o triunfado, no hay otra opción en este combate a tumba abierta.


JEFE FINAL- NIVEL 2
 10- Sabotage (Beastie Boys)
 
 
 

Después de destrozar al bicho, encuentras un edificio gigantesco que se alza hasta la superficie del planeta. Tras lamentar la muerte de tu compañero, te avisan desde el control de misión de que en su último piso se encuentra el objetivo hasta entonces secreto, una gigantesca gema. 

Comienzas la escalada, con mucho cuidado pues está repleta de trampas. Es otra misión de saltos en la que se suceden hachas, lanzas, martillos gigantes y atrocidades de todo tipo. 

NIVEL 3: LA AVENTURA EN LA TORRE 
 
PRIMERA FASE- NIVEL 3
11-House of the Rising Sun (The Animals)
  
 
 
 
Eres el primero en la historia que llega al quinceavo piso, después de superar otros tantos niveles de trampas y argucias rebana-cuellos. A partir de aquí, unos sorprendidos aliens intentan frenar tu ascenso hasta el último nivel, donde está la gema. 

Para intentar tu objetivo, está disponible el Persuasor: si disparas a un enemigo con este arma, pasa a formar equipo contigo y eliminar a los demás. ¡Pero tiene pocas balas, úsalas bien! Sólo válido para enemigos débiles y con menos de 80 CI.

SEGUNDA FASE- NIVEL 3 
12- Don't look back into the Sun (The Libertines)
 
 


Piso veintinueve, has alcanzado la Sala del Tesoro. Aquí está la gema, pero para conseguirla debes eliminar un sinfín de enemigos que no paran de llegar en su defensa.


  TERCERA FASE- NIVEL 3
  13- Fools Gold (The Stone Roses)

 

Has eliminado a todos los aliens. Te dispones a coger la gema, cuando... ¡Te apunta tu otro compañero, Xyloto, con su arma! Desvela haber matado a Mylo en defensa propia, cuando éste se enteró de que Xyloto quería que la misión fracasase. 

Te explica por qué: si arrancas la gema, el equilibrio del sistema solar X&Y se verá tan alterado que implosionará en una semana, pero los líderes terrestres la quieren porque podría proporcionarnos más energía que el petróleo. 

Te das cuenta de lo que ha pasado y los embustes del gobierno, entonces aparece el Jefe de Misión, os llama traidores al escucharos. Debéis proteger la gema y al planeta, pero él es muy poderoso.
 
JEFE FINAL- FASE 3 
14- Jellybelly (Smashing Pumpkins)
 
 
 
¡Lo habéis conseguido! Ahora la paz volverá. Pides disculpas a los habitantes de la ciudad y el planeta Parachutes, y te la conceden en un adorable gesto de bondad. 

Os quedáis a vivir aquí, que resulta un lugar entrañable, porque en la tierra las corporaciones tienen comprados los medios de comunicación y la opinión pública os detesta. Pero estás orgulloso de tu acción. Los alienígenas saben perdonar. Eres feliz en la ciudad y miras los peces pasar. The END.
  ¡CONGRATULATIONS!
15- Champagne Supernova (Oasis)
 
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Créditos de la fotografía: microsiervos <a href="http://www.flickr.com/photos/127580645@N07/20708744872">Donkey Kong Arcade</a> via <a href="http://photopin.com">photopin</a> <a href="https://creativecommons.org/licenses/by/2.0/">(license)</a>
 

martes, 2 de mayo de 2017

Antoine de Saint- Exupéry: El Principito


Libro: El Principito
Autor: Antoine de Saint- Exupéry
Género: Novela corta para todas las edades.
Número de páginas: Menos de 100.
Año de publicación: 1943

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El Principito, obra más famosa de su creador, no sólo cuenta con una de las mejores dedicatorias de la historia de la literatura, sino que combina metáforas profundas con dibujos sencillos (de forma memorable al principio y al final del cuento), y se dirige a personas de todas las edades en una idealización de la infancia, época pura, en contraste con la madurez, algo así como un declive y dejarse ir.

Los adultos son unos seres extraños, ofuscados en nimiedades que sólo ellos consideran importantes. En cambio, tenemos a un niño ¿imaginario? de apodo Principito que viene de aquí, un pequeño asteroide, y ha aterrizado en la Tierra.

Apenas se había topado con más que arena hasta que encuentra a un hombre, varado tras su accidente de avioneta. El "náufrago" ejerce de narrador; y podemos dar por hecho que se trata de Exúpery, pues fue piloto, e incluso padeció un accidente similar en el Sáhara durante la Segunda Guerra Mundial.

Ambos entablan amistad, y el Principito le cuenta sus historias a través del espacio, cuando descubrió que lo más difícil es juzgarse a sí mismo, o que es nuestra culpa si ordenamos cosas que no se pueden cumplir.



 El hombre de negocios, atareado

Conoció al hombre de negocios, que se dedica a contar cosas, porque ya no es sólo que sus sumas no tengan fin, es que ni él mismo sabe lo que está contando.

Ha llevado tan lejos el sentido práctico que sus prácticas ya no tienen sentido; sólo trabaja con números. Me recuerda al viajero que quiere recorrerlo todo tan rápido que no se para en nada, y no ha estado en ningún sitio.

El Principito también conoce a otras "personas mayores"... y las critica como entes ensimismados, sólo preocupados por su yo.

Bestias humanas anónimas que, sin darse ni imaginarse a los demás, viven en planetas aparte; y están felices de sentirse reyes o triunfadores, pero lo son de una sombra pequeña frente a la infinidad de todo: es ridículo.

Siete mil millones de reyes que intentan gobernarse a sí mismos en el desgobierno de lo demás, siete mil millones de vanidosos esperando que atiendan su sordera.

Y los asteroides como símbolo de la conciencia: estos individuos no salen de sí, el Principito, en cambio, intentando entender a su rosa ha abandonado la zona de confort, y busca en el otro lo que no encuentra en sus propios pensamientos: cómo tratar a quien quieres.



De izquierda a derecha: el farolero, el rey y el vanidoso

Existe en aquel desierto un pozo, apenas visible desde la superficie, pero que te puede proporcionar, en la agonía de tu sed, un agua cristalina y pura como besos en la frente: "lo que veo aquí, sólo es una corteza. Lo más importante es invisible...".

Pero la metáfora crucial del libro (según yo lo siento), es la que parte de la rosa que vive en el asteroide con el Principito.

 Ella es orgullosa, se cree más bella que ninguna (aunque en realidad existen miles superficialmente indistinguibles, en otro lugar), y ha dejado crecer espinas aunque sean inútiles y dolorosas, es egoísta y peca de vanidades, te odiará si afirmas que se han dado existencias por encima de la suya.

La rosa, en realidad, fue escritora, se llama Consuelo y era la esposa de Antoine. A buen seguro se acordó de ella durante su difícil experiencia desértica. El Principito/ Antoine no entiende muy bien a la rosa, es muy joven para saber amarla, así que marcha.

Conocerá a un zorro que será su maestro espiritual y le iniciará en la dedicación a los demás; como forma de distinguirlos, distinguirnos y escapar de la monotonía de nuestras vidas: esferas azarosas que giran sin saber muy bien a dónde, rodeadas de un telón oscuro en tres dimensiones.

El tiempo que dedicamos a las personas y las cosas las transforma y nos transforma.

Partiendo de la base de que lo sucedido entre el niño espacial y la planta rojiza es una alegoría válida para cualquier amor, podríamos reflexionar sobre las dos maneras de vivirlo: buscar experiencias rápidas y placenteras en personajes ¿puedes llamar persona a quien no conoces?, o partir de alguien en concreto y elevarse o caer, con mucho esfuerzo.

 Hay quien trabaja el amor horizontalmente (recorriendo grandes espacios, codeándose con cientos de flores sin saber qué flores son), o verticalmente (descartar temporal o eternamente lo demás y escalar y alejarse).

"En tu tierra -dijo el principito- los hombres cultivan cinco mil rosas en un mismo jardín... y no encuentran lo que buscan... Y sin embargo, lo que buscan podría encontrarse en una sola rosa o en un poco de agua... Pero los ojos están ciegos. Es necesario buscar con el corazón."

Una reflexión interesante para estos tiempos de "abundancia social" en los que todo el mundo está a un click de todo el mundo, y cada uno expone a los otros una sombra distorsionada y hueca de lo que es; peor todavía: de lo que significa ser.

Y nos dejamos llevar, y caemos en un circuito de carreras, y dejamos de (...) Eso sí, Antoine avisa: sentir puede llegar a ser duro, sentir hace llorar.


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Fotografías extraídas de Photopin, créditos:
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B612 - O Pequeno Príncipe/Le Petit Prince</a> via <a href="http://photopin.com">photopin</a> <a href="https://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/2.0/">(license)</a>

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Acendedor, Rei e Vaidoso - O Pequeno Príncipe/Le Petit Prince</a> via <a href="http://photopin.com">photopin</a> <a href="https://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/2.0/">(license)</a>