Más allá de las montañas

Más allá de las montañas

Título original: Shan he gu ren (Mountains May Depart)

          

Año: 2015

Duración: Algo más de dos horas

País: China

Director: Jia Zhang Ke

Guión: Jia Zhang Ke

Música:Yoshihiro Hanno

Fotografía:Yu Lik-wai

Reparto: Tao Chao, Zhang Yi, Liang Jingdong, Dong Zijian, Sylvia Chang

Género: melodrama

Hacía tiempo que no subía una reseña, pero mejor tarde que nunca y hoy os traigo esta recomendación, maravillosa en lo visual, cruda en lo filosófico.

Aunque sea una película de emociones y metáforas más que de giros y sorpresas inesperadas, tampoco quiero destripárosla. Simplemente os dibujaré un pequeño esbozo, a ver si con un poco de suerte consigo animaros a que la veáis. La situación de entrada es más bien sencilla: una mujer y dos hombres, ambos peleándose por ella, o quizás no exista tal pelea y estaba ya todo decidido (interesante debate). Una historia mil veces vista, lo importante es cómo se cuenta, con silencios tensos, alargados por el dolor y el odio; bailes fuera de sitio; la mirada vacía de quien ya no cree en nada.

Podríamos dividir la película en dos partes. En la primera, la protagonista es Tao, joven china que tomará una decisión; el núcleo de la segunda son las amargas consecuencias de esta elección tanto en ella como en los demás personajes de la cinta: el hombre que rechazó, su hijo, ella misma.

No nos engañemos, es ésta una película en contra de la globalización, su disolución de las tradiciones y los sentimientos profundos en un Estado global sin nombre ni personas, basado en una tecnología tan avanzada que nos hace retroceder. Papeles de colores que determinan nuestras vidas y las de nuestros hijos, traicionados en la persecución del fantasma. Pulmones negros. Un niño sin raíces que se llama Dólar. Y, en todo caso, una especie de Lost in Translation pero al revés, esta vez los asiáticos son los que duermen fuera de su país y tienen sentimientos. En aquella eran japoneses y en esta chinos, así que alguno me matará por la comparación. Dos culturas que desde fuera parecen tan similares, pero en realidad son muy distintas.

Este niño, Dólar, viaja hacia su madre, que no puede reconocer, tampoco a su país ni sus tradiciones. Ella sabe que es demasiado tarde. Cuando en su adolescencia, después de ser criado entre algodones, en las frías dependencias de un colegio de élite, estando traumatizado sin saber por qué, este joven chino decida marchar, buscará el recuerdo materno porque ese cariño, ese amor, es la única infancia que ha tenido. Ella se llama Tao y cantaba en año nuevo.

Puntuación: 8