jueves, 2 de febrero de 2017

La tortuga roja

Película
Año: 2016
País: Francia
Género: Animación, aventuras, drama, supervivencia

El artista holandés Michael Dudot de Wit ha debido pensar mejor tarde que nunca (suponemos que algo le habrá animado el Óscar al mejor cortometraje con "Padre e hija"), y lanza a los 64 años su primera película, la que deberíamos ir a ver en vez de estar hablando todos de La la Land, que está tan bien como sobrevalorada. La tortuga roja versa sobre el amor, amor por la artesanía. Personajes creados a partir de técnicas que combinan lo digital con lo manual; sobre paisajes y elementos puramente artesanos, desdibujados a mano.

Delicioso es el adjetivo que define esta película, en el aspecto técnico casi perfecta o perfecta de veras, ya desde su concepción ni industrial ni comercial. En esta época de producción en serie, La tortuga roja es como escribir a máquina (de las antiguas) y escuchar el ritmo de las teclas, presionar con más fuerza unas palabras que otras consiguiendo consecuencias plásticas en lo potente o inconsistente del trazo; según comentó el escritor gallego Suso de Toro en una actividad desarrollada algo antes de la proyección, junto a la también escritora Margarita Ledo, en las instalaciones de Numax (Santiago de Compostela).

 La tortuga roja es una historia de supervivencia, no diré como Náufrago (porque aún no la he visto), pero tampoco creo que se parezca a ninguna otra. Co-producida entre el Studio Ghibli y productoras francesas, el estilo se acerca más al cómic europeo (Tintín) que al manga/ anime japonés.


Oníricos azules, verdes, grises; tonos maravillosos desbordados casi siempre por una bonita banda sonora, o por el mejor sonido ambiente que he visto nunca en una película. Es delicioso (ya avisé de que sería el adjetivo esta vez) escuchar las zambullidas en el agua, la lluvia torrencial sobre los bosques de bambú, gritos mudos porque no hay nadie que pueda oírlos.

Estamos ante una película que no colabora en nuestro ritmo vital neurótico, y se toma su tiempo en avanzar. A pinceladas pequeñas. Al compás de cangrejos bailando sobre la arena. Os recomiendo verla, os pido para los comentarios que me aviséis si descubrís el simbolismo de la botella de agua. Ocupa demasiado para no significar nada, ¿o es sólo una sensación mía?

ATENCIÓN SPOILER: Una escena a la que en su momento no le di importancia y ahora repensando, reimaginando La tortuga roja, me parece esencial, es cuando la mujer misteriosa lanza al mar su caparazón y el náufrago hace lo propio con su balsa; como una metáfora de todas esas aspiraciones y cimientos nuestros de los que nos despedimos cuando nos entregamos a alguien. O quizás simplemente he tomado demasiado vino en "la redacción" y todo esto me lo estoy inventando ahora y no tiene nada que ver con la película. Qué se yo.

NOTA: 8,4


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