Supongo que lo mejor y lo peor de la democracia es la tranquilidad que transmite. Al final en el arte (o ciencia) de la política, casi todo es paradoja. Se nos inculca desde pequeños que éste es el mejor sistema, y creo que es cierto, pero estoy igualmente convencido de que este "triunfalismo", por llamarlo de algún modo, lo debilita.
Una democracia en la que el pueblo en teoría soberano "absorbe sin más", como Bob Esponja, sin reflexionar sobre los edulcorados mensajes del líder, que es líder porque alguien le sigue; una democracia donde Belén Esteban es best-seller y los programas electorales no los lee casi nadie, es decir, nos interesan más los asuntos privados que no nos incumben que los públicos que nos afectan; ¿qué es sino una dictadura con pelín menos de azucar (light)?
Por eso me hace gracia este vídeo, tan quijotesco. El "clip", el Quijote y esta columna tratan de lo mismo: la diferencia -quizás abismo- entre ideales y realidad, a veces tan grande que asusta o hace reír.
Titanic Flute Fail es el nuevo himno de la democracia: una canción que teníamos por preciosa, "la más bella del mundo"... si la interpretas bien, aprendes el ritmo y a leer las notas.
La democracia sin estudio, sin dedicación al conocimiento por el bien de todos, es como una bebida sin gas.
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