viernes, 21 de octubre de 2016

"Buenas noches, y buena suerte"- Críticas de cine



 Película
Director: George Clooney
Año: 2005
Duración: 90 minutos


 Esta película, grabada en un blanco y negro que mezcla meritoriamente las actuaciones con vídeos reales de la época, trata la difícil realidad social que vivieron los estadounidenses cuando la caza de comunistas se le fue de las manos al gobierno,  instaurándose el terror. En tal situación, los poderes políticos maximizan su control típico de la información periodística. El conflicto concreto, en cualquier caso, se inicia al expulsarse del ejército –sin juicio justo- a un piloto, porque su padre leía un periódico serbio.


La relación entre los periodistas, por un lado, y políticos e instituciones, por otro, no es equidistante: vemos cómo en sala de prensa se da a entender que los senadores pueden aplazar durante semanas sus encuentros con los medios de comunicación sin demasiado problema. En cuanto a la relación con la publicidad, es tan crítica como ahora. El miedo de que pueda cesar este flujo de dinero les impide arriesgarse a un choque con los poderes o la moral dominante, debido a que la pérdida de patrocinios podrían suponer el finiquito o la pérdida de importancia a medio plazo.

El filme, en el fondo, no deja de ser un homenaje de Clooney (no se puede olvidar que su padre era periodista) a esos "trabajadores de la verdad" que no rechazaron a sus ideales y los de su profesión pese a que de antemano ya sabían los costes que conllevaría, los peligros a los que se enfrentaban.
”Sabes, es posible que no salgamos muy bien parados de esta”. Por supuesto, la decisión de embarcarse o no en el proyecto enfrenta a los propios periodistas y líderes de la empresa; que tienen que velar, además de por sus beneficios, por una organización mucho más grande que un programa de informativos, cuyos productores reconocen estar poniendo en peligro la estabilidad de la cadena entera.

Las presiones externas serán muy poderosas e intentarán parar la acción periodística del equipo. Tanto el ejército como los patrocinadores exigirán no salir perjudicados. Como ellos mismos dicen, los periodistas se meten en “aguas muy pantanosas”  al dar informaciones que no favorecen a quienes lideran o controlan la sociedad y los propios medios. En cuanto se lanzan a su objetivo, comienzan a ser perseguidos por un ejército mediático a favor del poder establecido.



Lo ocurrido en esta película se puede extrapolar sin demasiada dificultad (quizás reduciendo algo su dramatismo) a los MMCC actuales. Existen hoy en día temas y acontecimientos que, al relacionarse con los intereses de determinados grupos de presión poderosos, o no se tratan o son debidamente maquillados.

Ya no sólo las presiones directas, las cuales podemos estimar minoritarias, sino también las indirectas, influyen tanto en la agenda como en la rutina de un medio: qué se dice y la forma en que se dice.

¿Cómo no va a existir censura en la información económica si en el Consejo de un medio campan a sus anchas representantes de la banca? ¿Cómo no tendremos censura política si un periódico le debe favores a quienes forman este gremio? ¿Cómo no habrá censura social existiendo grupos que persiguen toda argumentación contraria a la suya? Buenas noches y buena suerte relata un momento crítico en las relaciones entre los medios informativos y el entramado social y político. Y, además, la imparable caída de una manera de hacer televisión, sobria y con gran influencia de la radio, en pos de un formato colorido, espectacular, pero también más hueco tras ese envoltorio, sin el buen hacer frente a una cámara de estos valientes.

Nota: 7,75

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